jueves, 12 de febrero de 2009

HOJA INVERMATIVA Nº 617

PARROQUIA DE L’ALCORA
DEL 15 AL 22 DE FEBRERO DE 2009


CULTOS EN ARAYA

Domingo de Ramos,
Jueves y Viernes Santo, y Vigilia Pascual.

CULTOS EN L'ALCORA

· Domingo 15 – VI DEL TIEMPO ORDINARIO.
* A las 16’30h en la Parroquia, Misa de la Hospitalidad de Lourdes y celebración del sacramento de la Unción de Enfermos.
· sábado 21 – A las 19h en la Parroquia, Aniversario de Francisco Ramírez Ortiz.

· Domingo 22 – VII DEL TIEMPO ORDINARIO.
* A las 13’15h BAUTIZOS.

ADORACIÓN DEL SANTÍSIMO

Miércoles 18 de febrero desde las 15h hasta la Misa.

CONVOCATORIA

- Jueves 19 a las 21’30h, final del Curso de Biblia.
- Sábado 21 en el Seminario de Segorbe, encuentro Diocesano de Catequistas.

XV PEREGRINACIÓN POR LAS ERMITAS

El próximo 18 de abril de 2009 tendrá lugar la Peregrinación por las Ermitas de l’Alcora. Quienes deseen participar como peregrinos, pónganse en contacto con la coordinadora de la Peregrinación (Tel. 964 36 15 09).

ENCUENTRO MATRIMONIAL – FIN DE SEMANA

La comunidad de Encuentro Matrimonial, ofrece a todos los matrimonios, la posibilidad de vivir un Fin de Semana, para intentar profundizar y crecer en su relación.
Con el paso del tiempo, nuestra relación matrimonial se vuelve más rutinaria a pesar de que nos seguimos queriendo. Durante las 48 horas de un Fin de Semana, se vive la experiencia de un nuevo estilo de comunicación y cercanía que nos permite recuperar la ilusión del principio de nuestro matrimonio y disfrutar más en nuestra relación y en la relación con nuestra familia.
A cuantos estéis interesados os invitamos a vivir el próximo Fin de Semana que será los días 6 (a partir de las 20’30h), 7 y 8 de marzo en la casa de Espiritualidad “El Carmen” de Onda.
Para más información o inscripciones llamar a los teléfonos 964 36 07 36 ó 964 36 20 51.

LA FUERZA DE LA ALABANZA

«La alabanza es dinamita espiritual que tiene un poder explosivo. La alabanza revoluciona todo lo que entra en contacto con ella, pues es nuestro punto de contacto con Dios.»
La alabanza encierra una fuerza capaz de transformar la vida, pues nos pone en contacto con Dios.
La alabanza brota cuando la persona descubre el «don de Dios» y comienza a experimentar la vida de manera absolutamente diferente. Todo es don de Dios. Él ha creado y crea constantemente la vida sólo por amor. La naturaleza que nos rodea, el espacio en el que nos movemos, el aire que respiramos, el tiempo que vivimos, los acontecimientos que van tejiendo nuestra vida, el cuerpo y el aliento vital que nos hacen ser, todo es don de Dios.
Por eso, la alabanza no es una manera de vivir entre otras, sino la única posibilidad de vivir con autenticidad ante el don de Dios, la verdadera vocación del ser humano.
Cuando la persona descubre esto, su vida se transforma, sabe que ha encontrado lo esencial. No hará, tal vez, grandes cosas en la vida, pero sí la más importante. De su corazón brota sólo un deseo: «Alabaré a Dios mientras viva» (Salmo 145, 2).
Desde sus orígenes el cristianismo ha considerado la alabanza a Dios y la acción de gracias como el núcleo esencial de la vida cristiana: «En todo dad gracias, pues esto es lo que Dios quiere de vosotros en Cristo Jesús» (1Tes 15, 18).
La vida de un cristiano ha de ser «celebración». Todo lo demás viene después. Son conocidas las palabras de Clemente de Alejandría, que en el siglo II describía así la vida cristiana: «El perfecto cristiano proclama su acción de gracias, no en un lugar concreto, ni en un templo escogido, ni en ciertas fiestas o fechas precisas, sino en todos los instantes y en todos los lugares.»
El cristianismo actual ha perdido, en buena parte, la alabanza y la acción de gracias y, mientras no las ponga de nuevo en el centro del ser cristiano, no recuperará la alegría y la audacia misionera. J. A. Pagola