jueves, 18 de noviembre de 2010

HOJA INFORMATIVA Nº 709

DEL 21 AL 28 DE NOVIEMBRE DE 2010

CULTOS EN L'ALCORA

• Domingo 21 – SOLEMNIDAD DE JESUCRISTO, REY DEL UNIVERSO.

• Lunes 22 – Santa Cecilia, virgen y mártir.
• Miércoles 24 – San Andrés Dunglac y compañeros, mártires.
• Sábado 27 – A las 19h en la Parroquia, Aniversario de Clotilde Porcar Aparici.

• Domingo 28 – PRIMERO DE ADVIENTO.
* A las 12’30h, Misa en honor de Santa Cecilia, patrona de los músicos.
* A las 13’15h, BAUTIZOS.

ADORACIÓN DEL SANTÍSIMO

Miércoles 24 de Noviembre
De 10 a 12’30h en San Francisco.
Desde las 15h hasta la Misa en la Parroquia.
* A las 18’30h tendrá lugar el rezo de vísperas.

CONVOCATORIAS

- Martes 23 a las 16h, reunión de Vida Ascendente.
*A las 21’30h, reunión de Lectores.

IV CICLO CONCIERTOS DE ÓRGANO

Un año más, durante el tiempo litúrgico de Adviento, tendrá lugar en nuestra Parroquia el Ciclo de conciertos. Este año, por motivo de la organización, que también se encarga de ofrecer conciertos en Vila-real y Vall d’Uixò, se celebrarán en Domingo. Serán los domingos 28 de noviembre y 12 de diciembre a las 19h.

VIGILIA DE ORACIÓN POR LA VIDA NACIENTE

Coincidiendo con una “Vigilia por la vida naciente” que el Papa Benedicto XVI celebrará en San Pedro, y por deseo del Santo Padre de que los Obispos presidan celebraciones análogas e involucren a las parroquias, el Sr. Obispo con-voca a todo el pueblo de Dios en Segorbe-Castellón, a participar en la Solemne Vigilia por la vida naciente que él mismo presidirá en la Concatedral de Santa María el día 27 de noviembre a las 20h.
Con la celebración de la Eucaristía y el rezo de Vísperas, en adoración ante el Santísimo Sacramento, daremos gracias al Señor que con el don total, ha dado sentido y valor a toda vida humana, oraremos por la vida humana naciente e imploraremos la gracia y la luz del Señor para acoger y promover siempre y en toda circunstancia la vida humana.
Aquellos que queráis participar y no tengáis medio de transporte, comunicadlo a los sacerdotes para coordinar los coches.

JESUCRISTO, REY DEL UNIVERSO

Con este domingo y la semana que de él depende se concluye el largo tiempo ordinario y se clausura el año litúrgico. Hoy se nos presenta la grandiosa visión de Jesucristo Rey del Universo; su triunfo es el triunfo final de la creación. A Jesucristo corresponde, por pleno derecho, el título de Rey. El es dueño absoluto de todo y de todos. Por él fueron creadas todas las cosas. Dios Padre puso en sus manos las realidades visibles y las invisibles. En él se encuentra la plenitud de la verdad y de la vida. Todo le pertenece. Sin embargo, su reino no es como los reinados de este mundo, que con frecuencia se imponen a base del poderío económico, militar o político. Su reino es de servicio, de entrega generosa y desinteresada al bienestar de la humanidad. Reina dando la vida por nosotros desde la cruz. Sin su sacrificio en la cruz, no se entiende su reino.
Los cristianos que nos hemos decidido a seguir el Evangelio de Jesús, estamos seguros de que él es el "camino, la verdad y la vida." Parece paradójico que los cristianos nos gloriemos en proclamar Rey a quien muere en la debilidad aparente de la Cruz, que desde este momento se transforma en fuerza y poder salvador. Lo que era patíbulo e instrumento de muerte se convierte en triunfo y causa de vida. No deja de ser sorprendente volver a leer en este domingo, para celebrar el reinado universal de Cristo, el diálogo entre Jesús y el malhechor que cumpliendo su condena estaba crucificado junto a Él. Ante el Rey que agoniza entre la indiferencia de las autoridades y el desprecio del pueblo que asiste al espectáculo del Calvario, suena estremecida la súplica del "buen ladrón", que confiesa su fe y pide: "acuérdate de mí cuando llegues a tu reino". El Reino nuevo de Cristo, que es necesario instaurar todos los días, revela la grandeza y el destino del hombre, que tiene final feliz en el paraíso.
También es posible declarar a Jesús Rey de nuestras vidas. Su ejemplo, el seguimiento de sus enseñanzas, nos trae paz, felicidad, justicia y amor. Y, sobre todo, nos muestra un reino de humildes, de afables, de limpios de corazón, de pobres de cuerpo y de espíritu. Nos invita a abrir la casa de nuestro corazón a las personas sin hogar, a los que hemos de mirar con su misma mirada: la del amor y la misericordia.