viernes, 28 de octubre de 2011

HOJA INFORMATIVA Nº 758

DEL 31 DE OCTUBRE AL 6 DE NOVIEMBRE DE 2011

CULTO EN ARAYA

Domingo 6 a las 12h, Misa

CULTO EN L'ALCORA

• Domingo 30 – XXXI DEL TIEMPO ORDINARIO
• Lunes 31 – A partir de este día cambia el horario de las misas vespertinas, según el horario de misas arriba indicado.
* Misas vespertinas de Todos los Santos.

• Martes 1 – TODOS LOS SANTOS.
* Horario de Misas como los domingos.

• Miércoles 2 – Conmemoración de los fieles difuntos.
* Las misas vespertinas de hoy, por los Fieles Difuntos, serán a las 18h en San Francisco y a las 19h en la Parroquia.
• Viernes 4 – PRIMER VIERNES DE MES. San Carlos Borromeo, Obispo.
* A las 18’30h, Misa del Apostolado de la Oración por Carmen Ferrer Villalonga.
• Sábado 5 – A las 19h en la Parroquia, Aniversario de Leoncio Julián Saliente.

• Domingo 6 – XXXII DEL TIEMPO ORDINARIO
* A las 12h en Araya, Aniversario de Concepción Bachero Bachero
* Colectas destinadas a CÁRITAS.

ADORACIÓN DEL SANTÍSIMO

Miércoles 2 de Noviembre
De 11h a 12h en San Francisco.
Desde las 17’30h hasta la Misa, en la Parroquia.
* A las 18’30h tendrá lugar el rezo de vísperas.

CAMPAÑA DOMUND 2011

Parroquia....................................................... 1.116’98 €
San Francisco................................................. 651’13 €
Carmelitas....................................................... 271’57 €
Colegio “Puértolas Pardo”.............................. 365’00 €
TOTAL................... 2.404.68 €

CLAVARIOS DE SAN ANTONIO

Recordamos que, para la próxima festividad de San Antonio no hay clavarios que organicen la fiesta. Y hacemos una llamada a aquellos que quieran hacerse cargo de la misma.

CONVOCATORIAS


- Miércoles 2 a las 17h en los salones parroquiales, Itinerario de Formación Cristiana para adultos.
* A las 17’30h en la Capilla, Oración mensual de las Camareras de Jesús Sacramentado.
- Jueves 3 a las 21’30h en los salones parroquiales, Itinerario de Formación Cristiana para Adultos.

CONMEMORACIÓN DE LOS FIELES DIFUNTOS

El 2 de Noviembre la Iglesia celebra la Conmemoración de todos los Fieles Difuntos. Una celebración que tiene, fundamentalmente, una doble finalidad:
En primer lugar, la Madre Iglesia y su liturgia ora por todos los difuntos. Por todos aquellos que aún necesitan de purificación para poder gozar plenamente de la visión de Dios. No es, pues, una celebración sólo para el recuerdo de nuestros seres queridos que han muerto. Es, sobre todo, una celebración para la oración. La Iglesia ora por todos sus hijos difuntos. Así lo hace en todas las oraciones de las misas que se celebran este día. La oración de la Iglesia es universal, por todos, y nos invita a que la nuestra lo sea también.
En segundo lugar, la Conmemoración de hoy es una invitación a proclamar y profundizar nuestra fe en la Resurrección y en la Vida. Y esto en una sociedad y en un tiempo en que la cultura de la muerte va ganando terreno progresivamente, adornada con un lenguaje ambiguo y edulcorado. Y así, por ejemplo, se llama “interrupción voluntaria del embarazo” a lo que el Catecismo de la Iglesia Católica (n.º 2271) denomina “aborto” y califica como “malicia moral”, recogiendo lo que la misma Iglesia enseña desde el siglo I: “No matarás el embrión mediante el aborto”. O llamar “derecho a una muerte digna” a lo que es eutanasia, sobre la que el mismo Catecismo (n.º 2277) dice: “Cualesquiera que sean los motivos y los medios, la eutanasia directa consiste en poner fin a la vida de personas disminuidas, enfermas o moribundas. Es moralmente inaceptable”.
En medio de esta cultura de la muerte, hoy nuestra fe proclama la cultura de la Vida. Se lo oímos a Jesús: “El que cree en mí, no morirá para siempre… Yo lo resucitaré en el último día”; “Volveré y os llevaré conmigo”; “Éste es mi deseo: que los que me confiaste estén donde yo estoy y contemplen mi gloria”. Se lo hemos oído decir a san Pablo: “Si hemos muerto con Cristo, creemos que también viviremos con él”; “En la vida y en la muerte somos del Señor”; “Por Cristo todos volverán a la vida”. Y lo proclamamos con fuerza en el prefacio I de la Misa de difuntos: “la vida de los que en ti creemos, Señor, no termina, se transforma; y al deshacerse nuestra morada terrenal, adquirimos una mansión eterna en el cielo”.