jueves, 16 de febrero de 2012

HOJA INFORMATIVA 774

DEL 19 AL 26 DE FEBRERO DE 2012

CULTO EN ARAYA
Domingo 4 a las 12h, Misa

CULTO EN L'ALCORA

· Domingo 19 – VII DEL TIEMPO ORDINARIO.

· Miércoles 22 – DE CENIZA. Ayuno y Abstinencia.
HORARIO: 8h en las Carmelitas.
10h en el Calvario.
18h en San Francisco.
19h en la Parroquia.
· Viernes 24 – Abstinencia.
* A las 15’30h Vía Crucis y Misa en el Calvario.
· Sábado 25 – A las 18h, en San Francisco, Aniversario de Antonio Guillamón Negre.
* A las 19h, en la Parroquia, Vicente Soriano Artero.
* A las 21’15h, Vigilia de la Adoración Nocturna. (Sustituye a la del día 4)

· Domingo 26 – I DE CUARESMA.

ADORACIÓN DEL SANTÍSIMO

Miércoles 22 de Febrero
De 11h a 12h en San Francisco.
Desde las 17’30h hasta la Misa, en la Parroquia.
* A las 18’30h tendrá lugar el rezo de vísperas.

CAMPAÑA DE MANOS UNIDAS 2012

Parroquia.......................... 1.774’86 €
San Francisco................... 247’22 €
Carmelitas........................ 532’27 €
TOTAL.............. 2.554’35 €

CUARESMA

El próximo miércoles, comenzamos el tiempo de Cuaresma. Es un tiempo especialmente intenso por el que nos preparamos al gozoso descubrimiento de que Dios ha abierto los caminos del cielo por la cruz y la resurrección de su Hijo Jesucristo, muerto en la cruz para nuestra salvación. Tres son los aspectos que en el tiempo cuaresmal debemos cuidar con más empeño: la limosna, la oración y el ayuno. Con ellos presentes en nuestras vidas podremos lograr zafarnos de todo lo que nos estorba e impide estar cerca de Dios descubriendo que sólo Dios es necesario. La Tierra Prometida, la gloria de la Pascua, es la meta de aquel que camina en esta tierra.

EL EVANGELIO DEL DOMINGO

Dios, en el Antiguo Testamento, es el Dios de la promesa. El pecado desde Adán había roto la relación Dios-hombre y había hecho imposible la comunión de vida entre ellos por el rechazo a la Alianza. Por eso, Dios promete y su promesa consiste en volver a unir aquello que se había separado. La salvación de Dios consiste en vivir con el hombre, en estar con él si la libertad de éste lo permite.
En el Nuevo Testamento la promesa de Dios se cumple en Jesucristo. En Él, Dios y hombre verdadero, se une sin posibilidad de separación lo humano y lo divino. En Cristo, toda la humanidad se une a lo divino. Es por eso por lo que en Cristo se cumplen todas las promesas. Pero, además, es una Alianza eterna que afecta a todo lo humano porque la segunda persona de la Trinidad, el Verbo, se hace carne como nosotros. Cuando en el pasaje del Evangelio, Jesucristo no sólo perdona los pecados sino que también cura físicamente al paralítico, caemos en la cuenta de que la salvación de Dios afecta a todo el hombre, en su cuerpo y en su alma.
No se puede tener fe y no evitar todo lo que San Pablo llama “obras de la carne”: fornicación, impureza, libertinaje, idolatría, superstición, enemistades, peleas, rivalidades, violencias, ambiciones, discordias, sectarismo, disensiones, envidias, ebriedades, orgías y todos los excesos de esta naturaleza. Los que tenemos fe tenemos que buscar las obras del Espíritu en todo nuestro ser: amor, alegría, paz, magnanimidad, afabilidad, bondad, confianza, mansedumbre y dominio de sí. No hay nada en nuestra vida que pueda escapar al pecado que Dios siempre perdona en su misericordia si realmente queremos compartir nuestra vida con Él. Todo lo que somos, tenemos, pensamos, sentimos y hacemos se ve afectado por la fe en Aquel que nos ha amado primero.