viernes, 21 de septiembre de 2012

HOJA INFORMATIVA Nº 805

DEL 23 AL 30 DE SEPTIEMBRE DE 2012

CULTO EN L'ALCORA

• Domingo 23 – XXV DEL TIEMPO ORDINARIO.
* Colectas destinadas a las OBRAS.
* A las 13’15h, BAUTIZOS.

• Jueves 27 – San Vicente de Paúl.
• Sábado 29 – Santos Arcángeles Miguel, Gabriel y Rafael.
* A las 10’30h en La Foia, Misa de San Miguel y, a las 20’30h, Procesión.
* A las 18’30h en San Francisco, Aniversario de Amadeo Safont Gual.
* A las 19’30h en la Parroquia, Aniversario de María Gil Vilar.

• Domingo 30 – XXVI DEL TIEMPO ORDINARIO.
* A las 10’30h en La Foia, Misa de San Ramón.

CONVOCATORIA

- Jueves día 27 a las 21’30h, reunión de catequistas de postcomunión.

INSCRIPCIÓN PARA CATEQUESIS

Para inscribirse a catequesis de precomunión o de confir-mación han de pasar a recoger la ficha por la oficina parroquial.

MISAS DE ANIVERSARIO

Los que deseen celebrar el primer aniversario de sus difuntos, en el próximo año 2013, pueden pasar por la Oficina Parroquial para anotarlos.


EL ARTE DE EDUCAR


Hay quienes afirman que la tragedia más grave de la sociedad contemporánea es la crisis de la relación educativa. Los padres cuidan a sus hijos y los maestros enseñan a sus alumnos, pero en no pocos hogares y colegios se ha perdido «el espíritu de la educación».
Y, sin embargo, si una sociedad no sabe educar a las nuevas gene-raciones no conseguirá ser más humana, por muchos que sean sus avances tecnológicos y sus logros económicos. Para el crecimiento humano, los educadores son más importantes y decisivos que los políticos, los técnicos o los economistas.
Educar no es instruir, adoctrinar, mandar, obligar, imponer o manipular. Educar es el arte de acercarse al niño, con respeto y amor, para ayudarle a que se despliegue en él una vida verdaderamente humana.
La educación está siempre al servicio de la vida. Verdadero educador es el que sabe despertar toda la riqueza y las posibilidades que hay en el niño. El que sabe estimular y hacer crecer en él, no sólo sus aptitudes físicas y mentales, también lo mejor de su mundo interior y el sentido gozoso y responsable de la vida. La célebre educadora M Danielou decía que «el niño más humilde tiene derecho a una cierta iniciación a la vida interior y a la reflexión personal».
Cuando en las instituciones educativas se ahoga «el gusto por la vida», y los enseñantes se limitan a transmitir de manera disciplinada el conjunto de materias que a cada uno se le han asignado (asignaturas), allí se pierde «el espíritu de la educación».
Por otra parte, la relación educativa exige verdad. Se equivocan los educadores que para ganarse el respeto y la admiración de sus alumnos se presentan como dioses. Lo que los niños necesitan es encontrarse con personas reales, sencillas, cercanas y profundamente buenas.
Asimismo, el verdadero educador respeta al niño, no lo humilla, no destruye su autoestima. Una de las maneras más sencillas y nefastas de bloquear su crecimiento es repetirle constantemente: «no hay quien te aguante», «eres un desastre», «serás un desgraciado el día de mañana».
En la relación educativa hay además un clima de alegría, pues la alegría es siempre «signo de creación» y, por ello, uno de los principales estímulos del acto educativo. Así escribía Simone Weil: «La inteligencia no puede ser estimulada sino por la alegría. Para que haya deseo tiene que haber placer y alegría. La alegría de aprender es tan necesaria para los estudios como la respiración para los corredores».
Hace unos días se han abierto los colegios y centros de enseñanza. Miles de niños han vuelto de nuevo a sus maestros y enseñantes. ¿Quién tendrá la suerte de encontrarse con un verdadero educador o educadora? ¿Quién los acogerá con el respeto y la solicitud de aquél que un día en Cafarnaum abrazó a uno de ellos diciendo: «Quien acoge a un niño como éste en mi nombre, me acoge a mí?»