viernes, 18 de octubre de 2013

HOJA INFORMATIVA Nº 861



 DEL 20 AL 27 DE OCTUBRE DE 2013
 
CULTO EN L’ALCORA

· Domingo 20 – XXIX DEL TIEMPO ORDINARIO.
- DÍA DEL DOMUND – Colecta extraordinaria -
          * A las 11h, Misa de inicio de curso de los niños de catequesis.
          * A las 12’30h, Misa de inicio de curso de los jóvenes de confirmación.

· Martes 22 – A las 19’30h en San Francisco, Misa de Santa Úrsula, patrona de la Asociación de Bolilleras.
· Jueves 24 – San Antonio Mª Claret, obispo.
· Sábado 26 – A las 18h en la Parroquia, BAUTIZOS.
          * A las 19’30h en la Parroquia, Aniversario de Virginia Mas García.
- Recordamos que esta noche cambia la HORA -

· Domingo 27 – XXX DEL TIEMPO ORDINARIO.

CONVOCATORIAS

- Lunes 21 a las 21h, reunión de la Permanente del Consejo de Pastoral Parroquial.
- Martes 22 a las 16h en los salones parroquiales, reunión de Vida Ascendente.
            - A las 21’30h, reunión de Catequistas de precomunión.
- Miércoles 23 a las 17h, reunión del grupo 1 del Itinerario de Formación de Adultos.
- Jueves 24 a las 21’30h, reunión de los grupos 2 y 3 del Itinerario de Formación de Adultos.

ADORACIÓN DEL SANTÍSIMO. Miércoles 23 de octubre

De 11h a 12h en San Francisco.
Desde las 17’30h hasta la Misa, en la Parroquia.
* A las 19h tendrá lugar el rezo de vísperas.

INTENCIONES DE MISA DIFUNTOS

   Los que deseen apuntar intenciones de Misa en sufragio de sus difuntos, pueden pasar por la Oficina parroquial.

DOMUND 2013

   Una vez más, celebramos el DOMUND. Es una cita importante en el caminar de la Iglesia, y este año es especial, porque la estamos viviendo dentro del Año de la Fe; de ahí el lema “Fe + Caridad = Misión”. Esta Jornada nos recuerda a todos los misioneros y misioneras que han salido de nuestras comunidades, de nuestras ciudades y pueblos, y están presentes en todos los territorios de misión, anunciando y dando testimonio del Evangelio con el sello de la sencillez, de la entrega total a aquellos con quienes están compartiendo su fe y caridad.
   Por todas partes se ha suscitado admiración por los misioneros y misioneras. Los medios de comunicación nos los muestran como son: pioneros y modelos de solidaridad. También ha despertado esa admiración el hecho de que los misioneros estén trabajando entre los más empobrecidos del mundo, donde las expectativas de vida son de las más bajas, donde abunda el hambre, donde la marginación y la explotación son una ofensa a la dignidad de esas personas; sin olvidar que muchos misioneros y misioneras ponen en peligro su vida por defender los derechos de los más pobres.
   Sin embargo, muchas veces en esta admiración por los misioneros se ha dejado a un lado lo que constituye la clave de interpretación y valoración de sus vidas: ¿Quién es y dónde está su fuerza? Muchos, quizás, no hayan sabido explicarse del todo sobre las razones o motivos que tienen los misioneros y misioneras para esa ejemplar solidaridad y entrega a los demás. El papa Francisco nos lo aclara con estas palabras: “La Iglesia –lo repito una vez más– no es una organización asistencial, una empresa, una ONG, sino que es una comunidad de personas, animadas por la acción del Espíritu Santo, que han vivido y viven la maravilla del encuentro con Jesucristo y desean compartir esta experiencia de profunda alegría, compartir el mensaje de salvación que el Señor nos ha dado” (Mensaje para la Jornada Mundial de las Misiones 2013, 4).
   Nuestros misioneros y misioneras son nuestros hermanos universales, porque gastan su vida por el bien de todos los hombres, y son el ejemplo más elocuente de la superación de las divisiones existentes en el mundo por lo que respecta a las razas, a las ideologías, a las culturas... El misionero expresa y vive la solidaridad más extrema y radical, ya que en él se encarna la entrega más plena a los hermanos.
   Por eso, todos los misioneros merecen nuestra admiración y ayuda. Ese es el mensaje de esta nueva Jornada del DOMUND, que promueven por el mundo entero las Obras Misionales Pontificias; estas Obras, como repetía recientemente el Papa, tienen el encargo “de sostener la misión y de suministrar las ayudas necesarias” para que los misioneros realicen su labor.