domingo, 9 de octubre de 2016

HOJA INFORMATIVA Nº 1016

DEL 9 AL 16 DE OCTUBRE DE 2016
  
CULTO EN L’ALCORA

· Domingo 9 - XXVIII DEL TIEMPO ORDINARIO.
* A las 13 h., BAUTIZOS.

·  Miércoles 12 - Ntra. Sra. del PILAR
- A las 11 h., en la Parroquia, misa en honor de la Virgen del Pilar, patrona de la Guardia Civil.
- No hay misa vespertina
- A las 17,30 h., misa en La Foia.
· Sábado 15 – Santa Teresa de Jesús.
 - A las 18,30 h., en San Francisco, misa.        
- A las 19,30 h., fiesta Virgen de Lidón, a intención de Ana María Ten Badenes.

· Domingo 16 – XXIX DEL TIEMPO ORDINARIO.    

ADORACIÓN DEL SANTÍSIMO.

Jueves 13 de octubre de 11 h., a 12 h., en San Francisco.

FECHAS PRIMERA COMUNIÓN

-  Jueves 13 a las 20 h. en la Iglesia parroquial, se convoca a los padres de los niños que tomarán la Primera Comunión en el 2017, para acordar grupos y fechas.

CATEQUESIS

- Lunes 10 a las 21 h., reunión catequistas Precomunión para programar el curso.
- Viernes 14 – Comienzo de las catequesis para los jóvenes inscritos en Primero de Confirmación.
- Los de Segundo de Confirmación la inician el mismo día y horario que el curso pasado.

DOMINGO XXVIII/ C del T.O.:  Lucas 17, 11-19

Los diez leprosos han pedido su curación a Jesús. 
Solamente uno va más allá de la curación al reconocer que la adhesión a Jesús le ha curado y que la llegada del reino le ha liberado de la marginación.  Éste era doblemente marginado, por ser leproso y por ser extranjero (samaritano).  A veces los extraños son más agradecidos que los de dentro. Las personas tenemos con frecuencia momentos malos, dificultades, problemas.  Una vez que conseguimos superarlos y liberarnos de ellos, nos olvidamos también con frecuencia de ser agradecidos. 

Sin embargo, Jesús no habla de agradecimiento. Dice que el samaritano ha vuelto «a dar gloria a Dios». Y dar gloria a Dios es mucho más que decir gracias.
Dentro de la pequeña historia de cada persona, probada por enfermedades, dolencias y aflicciones, la curación es una experiencia privilegiada para dar gloria a Dios como Salvador de nuestro ser.  Así dice san Ireneo de Lion: "Lo que a Dios le da gloria es un hombre lleno de vida". El cuerpo curado del leproso es un cuerpo que canta la gloria de Dios.
Siempre es un "misterio" experimentar en nosotros cómo se recupera la vida, cómo se reafirman nuestras fuerzas y cómo crece nuestra confianza y nuestra libertad. Pocas experiencias podremos vivir tan radicales y básicas como la sanación, experimentando la victoria frente al mal y el triunfo de la vida sobre la amenaza de la muerte. Por eso, al curarnos, se nos ofrece la posibilidad de acoger de forma renovada a Dios que viene a nosotros como fundamento de nuestro ser y fuente de vida nueva.
Hoy la medicina permite hoy más procesos de curación que en tiempos pasados. Hemos de agradecer a quienes nos curan, pero la sanación puede ser, además, ocasión y estímulo para iniciar una nueva relación con Dios. Podemos pasar de la indiferencia a la fe, del rechazo a la acogida, de la duda a la confianza, del temor al amor.

Esta acogida sana de Dios nos puede curar de miedos, vacíos y heridas que nos hacen daño. Nos puede enraizar en la vida de manera más saludable y liberada. Nos puede sanar integralmente.