sábado, 1 de julio de 2017

HOJA INFORMATIVA Nº 1054

DEL 2 DE JUNIO AL 9 DE JULIO DE 2017

CULTO EN ARAIA

Domingo 2 de julio a las 12 h., misa

CULTO EN L'ALCORA

· Domingo  2 – XIII DEL TIEMPO ORDINARIO.
-  Colecta del Óbolo de San Pedro -
· Viernes     7  – PRIMER VIERNES DE MES 
                  - A las 19,30 h., Apostolado de la Oración, misa por Maria Cabrera Castan.
        - A las 21,30 h., en la Capilla del Santísimo, Vigilia de la Adoración Nocturna.
· Sábado 8 - A las 18,30 h., en San Francisco, aniversario de Mª Dolores Ibañez Negre.
    - A las 19,30 h., en la Parroquia, aniversario de Almundio Gil Colomer.
· Domingo 9 – XIV DEL TIEMPO ORDINARIO.
               - Colectas destinadas a CÁRITAS –
- FIESTA de SAN CRISTÓBAL -
* A las 10 h., en Pl. de España, bendición de vehículos,
      seguidamente, misa en la ermita de San Cristóbal.

 DOMINGO XIII / A del T.O.:   Mateo 10, 37-42

Aunque no sea más que un vaso de agua fresca.
Uno de los hechos más positivos y esperanzadores de nuestra sociedad es, sin duda, el crecimiento del voluntariado social.  ¿Cómo se despierta esa sorprendente vocación a vivir gratuitamente al servicio de los demás?    *Lo primero es abrir los ojos y tomar conciencia de que no todos disfrutan de bienestar. La mirada del futuro voluntario se detiene sobre el sufrimiento, la marginación y los problemas de tantas personas necesitadas de apoyo y compañía. En su corazón se despierta el deseo de «hacer algo» por aliviar su sufrimiento.  
*Pero no bastan los buenos deseos. El voluntario toma una decisión: comprometerse a servir a los necesitados en un campo concreto.  Y lo hace por coherencia con sus convicciones humanas o inspiradas por su fe cristiana.
El voluntario no da cosas, se da a sí mismo. Ofrece su persona, sus cualidades, su tiempo libre. En su vida hay un tiempo que es para los demás. Un tiempo entregado a quienes sufren y necesitan alguna ayuda. Esta es su manera concreta de vivir la solidaridad o el amor cristiano.
El voluntario actúa movido sólo por un amor desinteresado y gratuito. Por eso, su vida interpela:  mientras muchos viven pendientes de su propio bienestar, él se dedica a poner amor, compañía y ayuda en esas vidas donde todo parece sufrimiento, marginación y desgracia.
El voluntario sabe que su servicio será más eficaz si se integra en una asociación o institución concreta. Por su parte, el voluntario cristiano alimenta y sostiene su compromiso en la vida de una comunidad cristiana.
En todo esto no basta la buena voluntad. El voluntario necesita preparación tanto teórica como práctica. Esta preocupación por su capacitación personal es signo y prueba de la seriedad de su compromiso por ofrecer un servicio eficaz.
Pensemos en la lista larga de ancianos solos y enfermos, crónicos mal atendidos, disminuidos físicos y psíquicos sin apoyo familiar, depresivos hundidos en la soledad... Su necesidad de compañía, apoyo cercano y seguimiento afectuoso está pidiendo algo más que el servicio técnico del profesional. Según Jesús, nada quedará sin recompensa. Ni siquiera el «vaso de agua fresca» que se dé a «uno de estos pobrecillos».
José Antonio Pagola