martes, 25 de abril de 2017

HOJA INFORMATIVA Nº 1044


DEL 23 AL 30 DE ABRIL DE 2017

CULTO EN ARAIA

Domingo 23 a las 12 h., Misa

CULTO EN L’ALCORA

· Domingo 23 – SEGUNDO DE PASCUA.
-   9 h., en San Francisco.
- 10 h., en las Carmelitas y La Foia.
- 12 h., Misa de Peregrinos.

· Lunes 24 – SAN VICENTE FERRER.
 * A las 9 h., Romería a la Ermita de San Vicente.
 A la llegada Santa Misa en honor del Santo.
  - NO HABRÁ MISA VESPERTINA –

· Sábado 29 - A las 18,30 h., en San Francisco aniversario de Milagros Guillamón Badenes.
- A las 19,30 h., en la Parroquia aniversario de Carmen Monfort Escrig.

· Domingo 30 – TERCERO DE PASCUA.
 A las 13,15 h.,  BAUTIZOS.

ADORACIÓN DEL SANTÍSIMO.

Miércoles 26 - De 17,30 h., hasta la Misa, en la Parroquia.
A las 19 h., tendremos el rezo de vísperas.
Jueves 27 - De 11 h., a 12 h., en San Francisco.

Domingo II de PASCUA:    Juan  20 ,19-31
JESÚS SALVARÁ A LA IGLESIA         José A. Pagola
Aterrados por la ejecución de Jesús, los discípulos se refugian en una casa conocida. De nuevo están reunidos, pero no está con ellos Jesús.  Dentro de la casa, están “con las puertas cerradas”. Es una comunidad sin misión y sin horizonte, encerrada en sí misma. Nadie piensa ya en salir por los caminos a anunciar el reino de Dios y curar la vida.
Los discípulos están llenos de “miedo a los judíos”.      Es una comunidad paralizada por el miedo, en actitud defensiva. Solo ven hostilidad y rechazo por todas partes. Con miedo no es posible amar el mundo como lo amaba Jesús, ni infundir en nadie aliento y esperanza.
De pronto, Jesús resucitado toma la iniciativa. Viene a rescatar a sus seguidores. “Entra en la casa y se pone en medio de ellos”. La pequeña comunidad comienza a transformarse. Del miedo pasan a la paz que les infunde Jesús. De la oscuridad de la noche pasan a la alegría de volver a verlo lleno de vida. De las puertas cerradas van a pasar pronto a la apertura de la misión.
Jesús les habla poniendo en aquellos pobres hombres toda su confianza: “Como el Padre me ha enviado, así también os envío yo”. No les dice a quién se han de acercar, qué han de anunciar ni cómo han de actuar. Ya lo han podido aprender de él por los caminos de Galilea. Serán en el mundo lo que ha sido él.
Jesús conoce la fragilidad de sus discípulos. Muchas veces les ha criticado su fe pequeña y vacilante. Necesitan la fuerza de su Espíritu para cumplir su misión. Por eso hace con ellos un gesto especial. No les impone las manos ni los bendice como a los enfermos. Exhala su aliento sobre ellos y les dice: “Recibid el Espíritu Santo”.
Solo Jesús salvará a la Iglesia. Solo él nos liberará de los miedos que nos paralizan, romperá los esquemas aburridos en los que pretendemos encerrarlo, abrirá tantas puertas que hemos ido cerrando a lo largo de los siglos, enderezará tantos caminos que nos han desviado de él.
Lo que se nos pide es reavivar mucho más en toda la Iglesia la confianza en Jesús resucitado, movilizarnos para ponerlo sin miedo en el centro de nuestras parroquias y comunidades, y concentrar todas nuestras fuerzas en escuchar bien lo que su Espíritu nos está diciendo hoy a sus seguidores y seguidoras.