viernes, 24 de octubre de 2008

HOJA INFORMATIVA Nº 601

PARROQUIA DE L’ALCORA
DEL 26 DE OCTUBRE AL 2 DE NOVIEMBRE DE 2008


CULTOS EN ARAYA

Octubre: Domingo 26 a las 12h.

CULTOS EN L'ALCORA

· Domingo 26 – XXX DEL TIEMPO ORDINARIO.
* A las 12’30h, Misa de inicio de curso de los jóvenes de confirmación.
* A las 13’15h, BAUTIZOS.

· Lunes 27 – Cambia el horario de la Misa vespertina. De lunes a viernes será a las 18’30h. Los sábados y víspera de fiesta a las 18h en San Francisco y a las 19h en la Parroquia.
· Martes 28 – San Simón y San Judas, apóstoles.
· Viernes 31 – Misas vespertinas de la fiesta.
*A las 19h en la Parroquia, Aniversario de Antonio Ribés Nebot.

· Sábado 1 –
SOLEMNIDAD DE TODOS LOS SANTOS.

* Horario de Misas como los domingos.
* No habrá Misas vespertinas del domingo.

· Domingo 2 – CONMEMORACIÓN DE TODOS
LOS FIELES DIFUNTOS
* Colectas destinadas a CARITAS.

ADORACIÓN DEL SANTÍSIMO

Miércoles 29 de octubre desde las 15h hasta la Misa.

MISAS DE ANIVERSARIO

Los que deseen celebrar el primer aniversario de sus familiares difuntos, en el próximo año 2009, pueden pasar por la Oficina Parroquial para anotarlos.

QUEDARSE CON LO ESENCIAL

No era fácil para los judíos contemporáneos de Jesús tener una visión clara de lo que constituía el núcleo de su religión. La gente sencilla se sentía perdida. Los escribas hablaban de seiscientos trece mandamientos contenidos en la Ley. ¿Cómo orientarse en una red tan complicada de preceptos y prohibiciones? En algún momento, el planteamiento llegó hasta Jesús: ¿Qué es lo más importante y decisivo? ¿Cuál es el mandamiento principal, el que puede dar sentido a los demás?
Jesús no se lo pensó dos veces y respondió recordando unas palabras que todos los judíos varones repetían diariamente al comienzo y al final del día: «Escucha Israel: El Señor nuestro Dios es el único Señor. Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con todo tu ser». Él mismo había pronunciado aquella mañana estas palabras. A él le ayudaban a vivir centrado en Dios. Esto era para él lo primero.
Enseguida añadió algo que nadie le había preguntado: «El segundo mandato es: Amarás a tu prójimo como a ti mismo». Nada hay más importante que estos dos mandamientos. Para Jesús estos dos mandamientos son inseparables. No se puede amar a Dios y desentenderse del vecino.
A nosotros se nos ocurren muchas preguntas. ¿Qué es amar a Dios? ¿Cómo se puede amar a alguien a quien no es posible comprender ni ver? Al hablar del amor a Dios, los hebreos no pensaban en los sentimientos que pueden nacer en nuestro corazón. La fe en Dios no consiste en un «estado de ánimo». Amar a Dios es sencillamente centrar la vida en él, vivirlo todo desde su voluntad.
Por eso añade Jesús el segundo mandamiento. No es posible amar a Dios y vivir olvidado de gente que sufre y a la que Dios ama tanto. No hay un «espacio sagrado» en el que podamos «entendernos» a solas con Dios, de espaldas a los demás. Un amor a Dios que olvida a sus hijos e hijas es una gran mentira.
La religión cristiana les resulta hoy a no pocos complicada y difícil de entender. Probablemente, necesitamos en la Iglesia un proceso de concentración en lo esencial para desprendernos de añadidos secundarios y quedarnos con lo importante: amar a Dios con todas mis fuerzas y querer a los demás como me quiero a mi mismo.