viernes, 31 de octubre de 2008

HOJA INFORMATIVA Nº 602

PARROQUIA DE L’ALCORA
DEL 2 AL 9 DE NOVIEMBRE DE 2008

CULTOS EN ARAYA

Noviembre: Domingo 9 a las 12h.

CULTOS EN L'ALCORA

· Domingo 2 – CONMEMORACIÓN
DE TODOS LOS FIELES DIFUNTOS
* Colectas destinadas a CARITAS.

· Lunes 3 – San Martín de Porres.
· Martes 4 – San Carlos Borromeo, obispo.
· Viernes 7 – PRIMER VIERNES DE MES. A las 18’30h en la Parroquia, Misa del apostolado de la Oración por Rosario Artero Nebot.
· Sábado 8 – A las 18h en San Francisco, Aniversario de Luís Motejano Moratalla.
* A las 19h en la Parroquia, Aniversario de Matilde Mezquita Ten.
* A las 21’45h, Vigilia de la Adoración Nocturna.

· Domingo 9 – XXXII DEL TIEMPO ORDINARIO.
* A las 13’15h, BAUTIZOS.

ADORACIÓN DEL SANTÍSIMO

Miércoles 5 de noviembre desde las 15h hasta la Misa.

MISAS DE ANIVERSARIO

Los que deseen celebrar el primer aniversario de sus familiares difuntos, en el próximo año 2009, pueden pasar por la Oficina Parroquial para anotarlos.

CONVOCATORIAS

Miércoles 5 a las 16h en la Capilla del Sagrario, oración mensual de las Camareras de Jesús Sacramentado.
* A las 19’30h en los salones parroquiales, reunión de Ministros Extraordinarios de la Comunión.
Viernes 7 a las 21’30h en la Capilla del Sagrario, Oración Comunitaria.

EN LAS MANOS DE DIOS

El hombre contemporáneo no sabe qué hacer con la muerte. Lo único que se le ocurre es ignorarla y no hablar de ella. Olvidar cuanto antes ese triste suceso y volver de nuevo al vértigo de la vida.
Pero, tarde o temprano, la muerte va visitando nuestros hogares arrancándonos nuestros seres más queridos. ¿Cómo reaccionar entonces ante esa muerte que nos arrebata para siempre a nuestra madre?. ¿Qué actitud adoptar ante la agonía de ese esposo que nos dice su último adiós? ¿Qué hacer ante el vacío que van dejando en nuestra vida tantos amigos y personas queridas?
La muerte es una puerta que traspasa cada hombre o mujer en solitario. Una vez cerrada la puerta, el muerto se nos oculta para siempre. No sabemos qué ha sido de él. Ese ser tan querido y cercano se nos pierde ahora en el misterio insondable de Dios. ¿Cómo relacionarnos con él?
La liturgia cristiana nos revela cuál es la actitud de los creyentes ante la muerte de nuestros amigos y hermanos.
La Iglesia no se limita a asistir pasivamente al hecho de la muerte ni tan sólo a consolar a los que quedamos aquí llorando a nuestros seres queridos. Su reacción espontánea es de solidaridad fraterna hacia el difunto.
La comunidad cristiana rodea al que muere, pide por él y le acompaña con su amor y su plegaria en ese misterioso encuentro con Dios. Ni una palabra de desolación o de rebelión, de vacío o duda. En el centro de toda la liturgia por los difuntos, sólo una oración de confianza: "En tus manos, Padre de bondad, encomendamos el alma de nuestro hermano".
Es como si dijéramos a ese ser querido que se nos ha muerto: "Te seguimos queriendo, pero tú te vas y tu partida nos entristece. Sin embargo, sabemos que te dejamos en mejores manos. Esas manos de Dios son un lugar más seguro que todo lo que nosotros te podemos ofrecer ahora. Dios te quiere como nosotros no hemos sabido quererte. En El te dejamos confiados".
Esta confianza que llena el corazón de los creyentes de paz y esperanza ante la muerte de nuestros seres queridos no es un sentimiento arbitrario, sino que nace de nuestra fe en Jesucristo resucitado: "Recuerda a tu hijo a quien has llamado de este mundo a tu presencia. Concédele que así como ha compartido ya la muerte de Jesucristo, comparta también con él la gloria de la resurrección". J. A. Pagola