miércoles, 26 de agosto de 2009

HOJA INFORMATIVA Nº 645

PARROQUIA DE L’ALCORA
DEL 30 DE AGOSTO AL 6 DE SEPTIEMBRE DE 2009


CULTOS EN L'ALCORA

FIESTAS EN HONOR AL SANTÍSIMO CRISTO
DEL CALVARIO


Domingo 30 - FIESTA DEL STMO. CRISTO DEL CALVARIO
Horario de Misas y Procesión:
* 9h en San Francisco
* 10’30h en las Carmelitas
* 11’30h en la Parroquia Misa Solemne. Presidirá Mn. Miguel, cura-párroco y Vicario General de la Diócesis.
* 19h en la Parroquia.
* 20h Ofrenda de flores al Cristo y Solemne Procesión al Calvario.

Lunes 31 – A las 18’30h en la Parroquia, Misa So-lemne en sufragio de los Difuntos de l’Alcora. A continuación Procesión hasta el Cementerio, donde se rezará un responso por los fieles difuntos.

Del martes 1 al viernes 4 no habrá Misas vespertinas; sólo la de 7’55h de la mañana en la Capilla de las Carmelitas.

Sábado 5 – A las 18’30h, Misa en San Francisco.
* No habrá Misa vespertina en la Parroquia.

Domingo 6 – XXIII DEL TIEMPO ORDINARIO.
HORARIO de Misas:
* 9h en San Francisco.
* 10’30h en las Carmelitas.
* 12h en la Parroquia.
* 19h en la Parroquia.
* Colectas destinadas a CÁRITAS.

DURANTE LA SEMANA DE FIESTAS
NO HABRÁ OFICINA

DESPEDIDA DE MN. MIGUEL Y
TOMA DE POSESIÓN DE MN. JAVIER


El próximo sábado 12 de septiembre tendrá lugar en la misa vespertina de la Parroquia, la despedida de Mn. Miguel y la toma de posesión de Mn. Javier como curapárroco de Alcora. A continuación en el patio del colegio Puértolas Pardo, compartiremos un ágape fraterno.
Invitamos a nuestros feligreses a participar en dichos actos.

TAPICES DEL CRISTO

Quienes deseen comprar Tapices del Cristo para colgarlos en los balcones durante las fiestas, los pueden adquirir en el Calvario, en el estanco de Amparo o en la tienda de Carmen Navarro (C/ Constitución). Su precio es de 20 €.

BESO A LA IMAGEN DEL CRISTO

Debido a que los medios de comunicación no han trasmitido fielmente las declaraciones hechas por los sacerdotes, en referencia a las medidas que se pueden adoptar, en cuanto a la posible relación de contagio de la Gripe A con el tradicional beso al Cristo en el día de la procesión, reiteramos que, vistas las prevenciones que se están tomando en otras parroquias, y consultadas las autoridades sanitarias locales, los fieles pueden venerar la imagen del Stmo. Cristo sustituyendo, si lo creen oportuno, el tradicional beso a los pies con inclinación de cabeza o tocando la imagen. Libremente, que cada fiel opte por la forma de venerar la imagen que crea conveniente.

¡NUNCA, UN MADERO, ALBERGÓ TANTO AMOR!

Es fácil Señor, muy fácil, acompañar tu imagen y, al día siguiente, no sentir un rasgo de tu presencia.
Es fácil Señor, muy fácil, derramar cera de velas que se consumen, y no brindar caridad al que camina en paralelo a nuestro destino.
Es fácil Señor, muy fácil, conmoverse ante una bonita imagen y no condolerse por aquellos otros cristos que rezuman pobreza y necesidad.
Es fácil Señor, muy fácil, manifestar hacia fuera lo que, tal vez, no es muy fuerte por dentro.
Pero, ¡qué difícil, Señor! Esa otra procesión que quiere recorrer, sencilla y sin demasiado ruido, las calles de mis entrañas. La esencia de mi corazón.
¡Qué difícil, Señor! Organizar un desfile, de paz y de concordia, de obediencia y de bondad por las arterias de mi alma.
¡Qué difícil, Señor! Avanzar con ese otro “paso” del Cristo doliente cuando, a mi puerta, llama la mala suerte, la prueba o la aflicción.
¡Qué difícil, Señor! La procesión que va desde fuera hacia dentro. Aquella otra que, el Espíritu organiza para asombrarme dentro de mi mismo. ¿Por qué cuando tú pasas por dentro de mi existencia no escucho trompetas de silencio? ¿Será, Señor, que pongo más afán en adornar con reposteros los balcones y ventanas de mi casa, que en disponer el domicilio de mi corazón? ¿Por qué, Señor?
¡Qué fácil, Señor! ¡Y qué difícil es todo, mi Señor! Qué difícil seguirte, quererte, amarte, obedecerte siempre y en todo. Qué cómodo, Señor, olvidar todo esto y guar-darte -el resto del año- como quien recoge en el armario un traje que sólo se usa una vez.

LECTURAS DE LA MISA DE LA FIESTA

Primera lectura

Del libro de los Números. (21,4b - 9)
En aquellos días, el pueblo estaba extenuado del camino, y habló contra Dios y contra Moisés: “¿Porqué nos has sacado de Egipto para morir en el desierto?. No tenemos ni pan ni agua, y nos da nausea ese pan sin cuerpo.” El Señor envió contra el pueblo serpientes venenosas, que los mordían y murieron muchos israelitas. Entonces el pueblo acu-dió a Moisés, diciendo: “Hemos pecado hablando contra el Señor y contra ti; reza al Señor para que aparte de nosotros las serpientes.” Moisés rezó al Señor por el pueblo, y el Señor le respondió: “Haz una serpiente venenosa y colócala en un estandarte; los mordidos de serpientes quedarán sanos al mirar-la”. Moisés hizo una serpiente de bronce y la colocó en un estandarte. Cuando una serpiente mordía a uno, él miraba a la serpiente de bronce y quedaba curado.

Salmo responsorial (Sal. 77)

R/ No olvidéis las acciones del Señor.
Escucha, pueblo mío, mi enseñanza,/ inclina el oído a las palabras de mi boca:/ que voy a abrir mi boca a las sentencias,/ para que broten los enigmas del pasado. R/.
Cuando los hacía morir, lo buscaban,/ y madrugaban para volverse hacia Dios;/ se acordaban de que Dios era su roca;/ el Dios Altísimo su redentor. R/.

Segunda lectura

De la carta de San Pablo a los Filipenses. (2,6-11)
Cristo, a pesar de su condición divina, no hizo alarde de su categoría de Dios; al contrario, se despojó de su rango y tomó la condición de esclavo, pasando por uno de tantos. Y así, actuando como un hombre cualquiera, se rebajó hasta someterse incluso a la muerte, y una muerte de cruz. Por eso Dios lo levantó sobre todo y le concedió el “Nombre-sobre-todo-nombre”; de modo que al nombre de Jesús toda rodilla se doble en el cielo, en la tierra, en el abismo, y toda lengua proclame: Jesucristo es Señor, para gloria de Dios Padre.

Evangelio

Del Evangelio según San Juan. (3,13-17)
En aquel tiempo, dijo Jesús a Nicodemo: “Nadie ha subido al cielo, sino el que bajó del cielo, el Hijo del hombre. Lo mismo que Moisés elevó la serpiente en el desierto, así tiene que ser elevado el Hijo del hombre, para que todo el que cree en él tenga vida eterna.” Tanto amó Dios al mundo que entregó a su Hijo único para que no perezca ninguno de los que creen en él, sino que tengan vida eterna. Porque Dios no mandó su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo se salve por él.

EL CRISTO

Hay en el pueblo, una colina que se alza sobre los tejados y mira al mar en lejanía. Un camino de cipreses te conduce hasta la ermita que la corona, con su cúpula vidriada en tejas blanquiazules, que es su enseña levantina. El Evangelio, escrito en azulejería, te toma de la mano a modo de guía espiritual íntima, en oración sentida. Los pinceles del artista fundieron en el horno, barnizados cromatismos ocres, cobaltos y bermellones: dando vida al drama sacro, en un loable empeño por recobrar la edad de oro perdida.
El camino, es una fatigosa ascensión de plegarias, sucesión de preces del dolorido corazón humano. Es un sendero de cruces, amargo y doliente, un vía crucis penitente que traspasa el umbral de la hornacina, y se clava como una daga a quien tiene enfrente.
Generaciones han buscado consuelo en este camino ascendente, para llegar reconfortados al relicario que culmina el monte. Allí, al entrar y de frente, se alza el Crucificado de tez serena y dulce muerte. El Cristo del Calvario, el de los milagros, el de los poetas, el de las madres, el de los quintos, el de los ancianos, el de los ausentes, el de los emigrados, el de los cofrades, el de los peregrinos, el de mis antepasados, el de toda Alcora que peregrina y besa, sus pies taladrados. Este Cristo que acaricias con tus labios, con sabor a carne redentora, es la luz que ilumina y que ignora, demasiada ceguera.
Las gentes hemos puesto toda la esperanza en la vida política y social, y hemos perdido nuestro tesoro más valioso, la vida espiritual, materializada en el beso al Cristo. Pero no un beso cualquiera, sino un beso de Amor infinito que nos hace grandes y libres. La conciencia alejada del mundo espiritual nos vuelve imperfectos, y cargamos las alforjas de vanidad, orgullo, crueldad y egoísmos, es la muerte en vida sin saberlo.
El hombre de libertad sin freno y de bienestar sin límites nos ha trastornado, y no le vemos. El Cristo está ahí, le miramos, le cantamos pero no le vemos, y a la menor zozobra desfallecemos. Pero nuestros padres sí le veían. En su sencillez y privación, en su sudor y en sus sufrimientos. Conocían el camino de los cipreses, y la oración del azulejo. Y al llegar a Él, suplicaban postrados, con fe sabia y acrisolada, el consuelo necesario, la tisana del alma, el calor del espíritu.
Santo Cristo del Calvario, el de los pies descarnados por miles de besos, aunque entre todos, solo haya uno de sincero Amor, de Amor Verdadero, de Amor Infinito, te lo ruego: ¡Vela por mi pueblo!.Vicente Álbaro.