viernes, 19 de agosto de 2011

HOJA INFORMATIVA Nº 748

DEL 21 AL 28 DE AGOSTO DE 2011

CULTOS EN L'ALCORA

• Domingo 21 – XXI DEL TIEMPO ORDINARIO.

• Lunes 22 – Santa María, Reina.
* A las 19’30h en la Parroquia, Aniversario del Rvdo. Manuel Granell Cotanda.
• Miércoles 24 – San Bartolomé, apóstol.
• Jueves 25 – A las 12’30h, Misa de la Asociación de Jubilados y Pensionistas “L’Alcalatén”.
• Viernes 26 – Santa Teresa de Journet e Ibars, patrona de la ancianidad.
• Sábado 27 – Santa Mónica.
* A las 18’30h, Misa en San Francisco.
* No habrá misa en la Parroquia.

• Domingo 28 - FIESTA DEL STMO. CRISTO DEL CALVARIO
Horario de Misas y Procesión:
* 9h en San Francisco
* 10h en la Foia
* 10’30h en las Carmelitas
* 11’30h en la Parroquia, Misa Solemne. Predicará D. Héctor Gozalbo, vicario de la parroquia de San Francisco de Castellón.
* 19h en la Parroquia.
* 20h Ofrenda de flores al Cristo y Solemne Procesión al Calvario.

TAPICES DEL CRISTO

Quienes deseen comprar Tapices del Cristo para colgarlos durante las fiestas, los pueden adquirir en el Calvario o en la oficina parroquial, al precio de 20 €.

DESPEDIDA A LOS JÓVENES FRANCESES

A continuación, reproducimos la despedida que una familia de acogida, en nombre de todos, dirigió a los jóvenes franceses en la eucaristía del pasado domingo:
“Queridos jóvenes y acompañantes:
Como miembro de familia de acogida quiero que sepáis que nos sentimos afortunados y orgullosos de poder contribuir con nuestra acogida a este gran evento de la JMJ y hacer que vuestro sueño se haga realidad.
Sabed que os hemos acogido con toda la ilusión y cariño que nos ha sido posible, como si fuerais un miembro más de nuestra casa. A cambio sólo os pedimos una cosa, que cuando estéis en Madrid celebrando la Eucaristía con el Papa, pidáis por todas las familias del mundo para que cada hogar sea una Iglesia doméstica y nos dé la fe, la fuerza y la sabiduría para guiar a nuestros hijos, nietos y demás jóvenes por el camino que Jesús nos enseñó.
Tenéis la juventud y la fuerza necesaria para cambiar el mundo. Y lo que es más importante, tenéis a Jesús de vuestro lado. El camino no ha sido nunca fácil, por eso hay que luchar: adelante, no tengáis miedo.
Cuando estéis en vuestro país, sabed que aquí en Alcora tenéis un hogar y muchos hermanos que os quieren. Gracias por la experiencia de poder compartir con vosotros la fe, el amor y la esperanza en el futuro. ¡Ha sido maravilloso!.
Que tengáis un feliz regreso a vuestro hogar, reconfortados en la fe y el Espíritu de Jesús Resucitado”.
Fernando Redolat.

“TÚ ERES PEDRO Y SOBRE ESTA PIEDRA EDIFICARÉ MI IGLESIA”

Con ese versículo del Evangelio se nos proclama la promesa de la fundación de la Iglesia y el principado de Pedro. Y es Cristo, “el Mesías, el hijo de Dios vivo” quien ha tomado la iniciativa. Pedro, pescador y pecador, hombre humilde y frágil, va a responder a la llamada de Dios.
El puesto de Pedro en la Iglesia es un don de Dios. Es Dios quien le revela la identidad del Hijo, es Jesús el que lo ha escogido, es Cristo el que lo confirma, el que lo reafirma como Apóstol y el que lo guía en su función de fundamento sobre el que se congrega la comunidad. No es el valor personal de Pedro, no es su obra personal, no es su propio rendimiento.
Es el don de de Dios que reparte sus carismas, que da a cada uno su ministerio, que asigna a cada uno su tarea. Es Dios el que convoca y el que llama, y la respuesta del hombre es la de ponerse al servicio “con temor y temblor” pero también con apertura y disponibilidad. Es una gracia y también una misión.
Y al igual que sucedió con Pedro, hoy a nosotros nos toca asumir de forma adulta y cristiana la misión querida por Jesús. Y tendremos que reconocer nuestra limitación y aceptar la función, proclamar la tarea confiada y asumir que nadie puede cumplirla plenamente, tener comprensión con las debilidades personales y llevarla hacia adelante mediante la oración y la enseñanza de los sucesores de Pedro.
Esta debe ser la dialéctica cristiana para todos los miembros de la Iglesia, saberse pecador y asumir una misión, agradecer el don y colaborar con la gracia, desarrollar el ministerio y no caer en la tentación de creernos inútiles. Confiemos en Dios.