miércoles, 22 de agosto de 2012

HOJA INFORMATIVA Nº 799

DEL 12 AL 19 DE AGOSTO DE 2012

CULTO EN ARAIA EN VERANO

Miércoles 15 de agosto a las 12h, Misa y Procesión

CULTO EN L'ALCORA

• Domingo 12 – XIX DEL TIEMPO ORDINARIO.
* A las 13h, BAUTIZOS.

• Martes 14 – San Maximiliano Kolbe, presbítero y mártir.
* Misas vespertinas de la Solemnidad de la Asunción.
- 18’30 en San Francisco
- 19’30 en la Parroquia.

• Miércoles 15 – SOLEMNIDAD DE LA ASUNCION DE LA VIRGEN MARÍA
- 9h en San Francisco.
- 10h en la Foia.
- 10’30h en las Carmelitas.
- 12h en la Parroquia.

• Sábado 18 – A las 19’30h en la Parroquia, Aniversario de Pedro Puig Salvador

• Domingo 19 – XX DEL TIEMPO ORDINARIO.

TAPICES DEL CRISTO

Quienes deseen comprar Tapices del Cristo para colgarlos durante las fiestas, los pueden adquirir en el Calvario o en la oficina parroquial, al precio de 20 €.

LA ASUNCIÓN DE LA VIRGEN MARÍA

La tradición cristiana, como sabemos, ha colocado en el centro del verano una de las fiestas marianas más antiguas y sugestivas, la solemnidad de la Asunción de la santísima Virgen María. Como Jesús resucitó de entre los muertos y subió a la diestra del Padre, así también María, terminado el curso de su existencia en la tierra, fue elevada al cielo.
La liturgia de este día nos recuerda esta consoladora verdad de fe, mientras canta las alabanzas de la Virgen María, coronada de gloria incomparable. "Una gran señal apareció en el cielo, una mujer, vestida del sol, con la luna bajo sus pies, y una corona de doce estrellas sobre su cabeza" (Ap 12, 1). En esta mujer resplandeciente de luz los Padres de la Iglesia han reconocido a María. El pueblo cristiano en la historia vislumbra en su triunfo el cumplimiento de sus expectativas y señal de su esperanza cierta.
María es ejemplo y apoyo para todos los creyentes: nos impulsa a no desalentarnos ante las dificultades y los inevitables problemas de todos los días. Nos asegura su ayuda y nos recuerda que lo esencial es buscar y pensar "en las cosas de arriba, no en las de la tierra" ( Col 3, 2). En efecto, inmersos en las ocupaciones diarias, corremos el riesgo de creer que aquí, en este mundo, en el que estamos sólo de paso, se encuentra el fin último de la existencia humana.
En cambio, el cielo es la verdadera meta de nuestra peregrinación terrena. ¡Cuán diferentes serían nuestras jornadas si estuvieran animadas por esta perspectiva! Así lo estuvieron para los santos: su vida testimonia que cuando se vive con el corazón constantemente dirigido a Dios, las realidades terrenas se viven en su justo valor, porque están iluminadas por la verdad eterna del amor divino.
Queridos hermanos y hermanas, confiemos en Aquella que, como afirmaba el siervo de Dios Pablo VI, “asunta al cielo no ha abandonado su misión de intercesión y salvación”.A ella, guía de los Apóstoles, apoyo de los mártires, luz de los santos, dirigimos nuestra oración, suplicándole que nos acompañe en esta vida terrena, que nos ayude a mirar al cielo y que nos acoja un día junto a su Hijo Jesús.
Benedicto XVI