DEL 31 DE MARZO AL 7 DE ABRIL DE 2013
CULTO EN L'ALCORA
· Domingo 31 –
PASCUA DE RESURRECCIÓN
* 9h Misa en San Francisco.
* 10h Misa en La Foia.
* 11h Procesión del Encuentro y Misa.
* 12h Misa en las Carmelitas.
* A las 13h BAUTIZOS.
* NO hay Misa de 12’30h.
·
Lunes
1 – “DÍA DEL ROTLLO”
* 7’55h Misa en las Carmelitas.
* 9h Salida de la
Romería de Infantes desde la Parroquia y Misa en San
Cristóbal.
* 12’30h Recepción de la
Romería en la puerta del Calvario y, en la Iglesia, reparto
del “rotllo”.
-
NO HABRÁ MISA VESPERTINA –
·
Martes
2 – DÍA DE LA DOBLA
* 7’55h Misa en las Carmelitas.
* 10’30h en San Cristóbal.
-
NO HABRÁ MISA VESPERTINA –
·
Miércoles
3 – A partir de hoy, por el cambio de hora, las misas vespertinas se retrasan
media hora.
·
Viernes
5 – PRIMER VIERNES DE MES.
*
A las 19’30h en la Parroquia,
Misa del Apostolado de la
Oración por Pilar Mallol Tena.
·
Sábado
6 – PEREGRINACIÓN POR LAS ERMITAS. A
las 6 de la mañana Misa en el Calvario. Hacia las 22h recepción de los peregrinos
en la Parroquia.
*
A las 19’30h en la Parroquia,
Aniversario de Neus Prades Vilar.
·
Domingo
7 – SEGUNDO DE PASCUA.
* 9h en San Francisco.
* 10h en las Carmelitas y La Foia.
* A las 12h, Misa de Peregrinos.
(La
misa de 11h y 12’30h, quedan unidas en ésta de las 12h)
*
Colectas destinadas a CÁRITAS.
ADORACIÓN DEL SANTÍSIMO
El miércoles
3 NO habrá Exposición.
CONVOCATORIA
- Jueves 4 a las 21’30h, reunión catequistas
comunión.
CONCIERTO
DE ÓRGANO
El próximo domingo día 7
a las 19h tendrá lugar en la Parroquia un concierto a
cargo del organista D. Vicente Flich y del contratenor Flavio Benedetti.
Interpretarán obras de Bach, Händel y Pergolesi.
RESUCITÓ
AL TERCER DÍA SEGÚN LAS ESCRITURAS
Cada domingo, en el Credo, renovamos nuestra
profesión de fe en la resurrección de Cristo, acontecimiento sorprendente que
constituye la clave de bóveda del cristianismo. En la Iglesia todo se comprende
a partir de este gran misterio, que ha cambiado el curso de la historia y se
hace actual en cada celebración eucarística.
Sin embargo, existe un tiempo litúrgico en el
que esta realidad central de la fe cristiana se propone a los fieles de un modo
más intenso en su riqueza doctrinal e inagotable vitalidad, para que la
redescubran cada vez más y la vivan cada vez con mayor fidelidad: es el tiempo pascual. Cada año, en el
«santísimo Triduo de Cristo crucificado, muerto y resucitado», como lo llama
san Agustín, la Iglesia recorre, en un clima de oración y penitencia, las
etapas conclusivas de la vida terrena de Jesús: su condena a muerte, la subida
al Calvario llevando la cruz, su sacrificio por nuestra salvación y su
sepultura. Luego, al «tercer día», la Iglesia revive su resurrección: es la Pascua, el paso de Jesús de la muerte a la
vida, en el que se realizan en plenitud las antiguas profecías. Toda la
liturgia del tiempo pascual canta la certeza y la alegría de la resurrección de
Cristo.
Debemos renovar constantemente nuestra
adhesión a Cristo muerto y resucitado por nosotros: su Pascua es también nuestra
Pascua, porque en Cristo resucitado se nos da la certeza de nuestra
resurrección. La noticia de su resurrección de entre los muertos no envejece y Jesús está siempre vivo; y también
sigue vivo su Evangelio.
Es importante reafirmar esta verdad fundamental
de nuestra fe, cuya verdad histórica está ampliamente documentada, aunque hoy,
como en el pasado, no faltan quienes de formas diversas la ponen en duda o
incluso la niegan. El debilitamiento de la fe en la resurrección de Jesús
debilita, como consecuencia, el testimonio de los creyentes. En efecto, si
falla en la Iglesia la fe en la
Resurrección, todo se paraliza, todo se derrumba. Por el
contrario, la adhesión de corazón y de mente a Cristo muerto y resucitado
cambia la vida e ilumina la existencia de las personas y de los pueblos.
¿No es la certeza de que Cristo
resucitó la que ha infundido valentía, audacia profética y perseverancia a los
mártires? ¿No es el encuentro
con Jesús vivo el que ha convertido y fascinado a tantos hombres y mujeres, que
desde los inicios del cristianismo siguen dejándolo todo para seguirlo y
poniendo su vida al servicio del Evangelio? «Si Cristo no resucitó, –decía san
Pablo– es vana nuestra predicación y es vana también nuestra fe». ¡Pero ¡resucitó!
Papa Benedicto XVI