viernes, 28 de noviembre de 2014

HOJA INFORMATIVA Nº 919



DEL 30 DE NOVIEMBRE AL 7 DE DICIEMBRE DE 2014

CULTO EN ARAIA

Domingo 7 a las 12h, Misa

CULTO EN L’ALCORA

· Domingo 30 – Primero de ADVIENTO

·  Miércoles 3 – San Francisco Javier.   
 * A las 20h en la Parroquia, Vigilia de la Inmaculada
· Viernes 5 – PRIMER VIERNES DE MES.
* A las 18’30h. en la parroquia, Misa del Apostolado de la Oración por  María Albaro Miralles.
· Sábado 6 –  A las 18h en la Parroquia, aniversario de Carmen Ribés Gasch.
* A las 21’15h, en la Capilla del Santísimo, Vigilia de la Adoración Nocturna.

· Domingo 7 – Segundo de ADVIENTO.
* Colectas destinadas a CÁRITAS.
  
ADORACIÓN DEL SANTÍSIMO  Miércoles 3 de diciembre

De 11 h. a 12h en San Francisco.
Desde las 16 h. hasta la Misa, en la Parroquia.
* A las 18 h. tendrá lugar el rezo de vísperas.

CONVOCATORIAS

- Martes 2 a las 21,30 h. Catequistas de Confirmación.
- Miércoles 3 a las 16 h, en la Capilla del Santísimo, oración de las Camareras de Jesús Sacramentado.
- Itinerario de FORMACIÓN de ADULTOS -
  Miércoles  3,- a las 17 h. reunión del grupo 1
  Jueves  4,   - a las 21 h. reunión de los grupos 2 y 3

CONCIERTOS CICLO ADVIENTO

 Como viene siendo tradición, dentro del tiempo de Adviento, en la Iglesia Parroquial tendremos los siguientes conciertos:   
- Sábado 6 a las 20h: a cargo de Juan de la Rubia, órgano. - Sábado 13 a las 20h: a cargo de Saskia Roures, órgano.

Domingo I/B de ADVIENTO:   Marcos 13, 33-37

“Mirad, vigilad; pues no sabéis cuándo es el momento.” No es una llamada a la angustia, es una invitación a la esperanza, a revitalizar la fe.   No sabemos la hora, pero sabemos que todas las horas son buenas para abrirnos a la Palabra y para comprometer la existencia.
Dios tiene su hora.  No tiene prisa.  Viene en su momento.  Quizá cuando menos lo espero y como menos lo imagino. Puede que venga como gozo o como dolor, como luz o como inquietud, como palabra o como pan. 
Puede llegar cuando trabajo o cuando descanso, cuando estoy solo o en compañía, cuando lo espero con anhelo o cuando menos lo espero.
Pero, el Señor quiere ser esperado con las puertas abiertas, con manos trabajadoras, ojos limpios y abiertos, oídos atentos y corazón expectante y lleno de ternura.  El miedo, la angustia, el agobio, la desconfianza, no son actitudes adecuadas para esperarle.
“Velad entonces, porque no sabéis cuando vendrá..”
Velar es escuchar lo que el corazón me dicta.  Escuchar el latido de la vida, de las personas que están a mi lado, de los acontecimientos de cada día.  Palpar las cosas, las situaciones, la personas que me interrogan.  Confiar que en la prueba y en el dolor Dios no ha desaparecido.  Creer que Dios me susurra su presencia y su cercanía.  Velar es desear a Dios, esperarlo, abrir los ojos a todo lo que me rodea.  Vivir cada día en plenitud.
La tentación puede ser estar adormecidos incluso por nuestra fe:  dormirnos sobre una vida cristiana que consideramos adquirida de una vez para siempre.  Es necesario estar despiertos.  Despiertos, pero soñando.  El Adviento nos ofrece una nueva oportunidad.  Hoy volvemos a soñar.  Olvida el conformismo, la costumbre y la rutina.  Sé persona positiva, creativa, creadora, alegre... ¿Qué es lo  que me adormece?  ¿De qué me tengo que despertar?
“Lo que os digo a vosotros, lo digo a todos: ¡Velad!”
Jesús amplía el grupo de sus destinatarios, se dirige a sus seguidores y seguidoras de todos los tiempos.
Quien escucha el mensaje de Jesús y se deja interpelar sinceramente por su palabra es fácil que sienta una llamada a despertar, una fuerza capaz de humanizar, liberar, dar sentido y alegría a su vida y a la de los demás.

UNA IGLESIA DESPIERTA      José Antonio Pagola

Las primeras generaciones cristianas vivieron obsesionadas por la pronta venida de Jesús.  El resucitado no podía tardar.  Vivían tan atraídos por él que querían encontrarse de nuevo cuanto antes.  Los problemas empezaron cuando vieron que el tiempo pasaba y la venida del Señor se demoraba.
Pronto se dieron cuenta de que esta tardanza encerraba un peligro mortal.  Se podía apagar el primer ardor.  Con el tiempo, aquellas pequeñas comunidades podían caer poco a poco en la indiferencia y el olvido.  Les preocupaba una cosa: «Que, al llegar, Cristo no nos encuentre dormidos».
La vigilancia se convirtió en la palabra clave. Los evangelios la repiten constantemente: «vigilad», «estad alerta», «vivid despiertos».  Según Marcos, la orden de Jesús no es sólo para los discípulos que le están escuchando. «Lo que os digo a vosotros lo digo a todos: Velad».  No es una llamada más.  La orden es para todos sus seguidores de todos los tiempos.
Han pasado más de veinte siglos de cristianismo.  ¿Qué ha sido de esta llamada de Jesús?  ¿Cómo vivimos los cristianos de hoy?  ¿Seguimos despiertos?  ¿Se mantiene viva nuestra fe o se ha ido apagando en la indiferencia y la mediocridad?
¿No vemos que la Iglesia necesita un corazón nuevo?  ¿No sentimos la necesidad de sacudirnos la apatía y el autoengaño? ¿No vamos a despertar lo mejor que hay en la Iglesia? ¿No vamos a reavivar esa fe humilde y limpia de tantos creyentes sencillos?
¿No hemos de recuperar el rostro vivo de Jesús, que atrae, llama, interpela y despierta?  ¿Cómo podemos seguir hablando, escribiendo y discutiendo tanto de Cristo, sin que su persona nos enamore y trasforme un poco más?  ¿No nos damos cuenta de que una Iglesia «dormida» a la que Jesucristo no seduce ni toca el corazón, es una Iglesia sin futuro, que se irá apagando y envejeciendo por falta de vida?
¿No sentimos la necesidad de despertar e intensificar nuestra relación con él?  ¿Quién como él puede despertar nuestro cristianismo de la inmovilidad, de la inercia, del peso del pasado, de la falta de creatividad?  ¿Quién podrá contagiarnos su alegría? ¿Quién nos dará su fuerza creadora y su vitalidad?
La Iglesia no puede olvidar hoy "la responsabilidad de la esperanza" pues ésa es la misión que ha recibido de Cristo. Antes que "lugar de culto" o "instancia moral", la Iglesia ha de entenderse a sí misma y vivir como "comunidad de la esperanza".
Una esperanza que no es una utopía más, ni una reacción desesperada frente a las crisis e incertidumbres del momento. Una esperanza que se funda en Cristo resucitado, en él descubrimos los creyentes el futuro último que le espera a la humanidad, el camino que podemos y debemos recorrer hacia su plena humanización y la garantía última frente a los fracasos, la injusticia y la muerte.
"Velad, vigilad". Es una llamada a despertar la esperanza.

El Adviento, amigos, no es una repetición de jugada; no es hacer ni celebrar otra vez lo mismo: es dar una nueva oportunidad a la esperanza para que, de lleno, entre en la vida de las personas, en aquellos que buscan y que, mirando hacia el horizonte saben que Dios es lo máximo que puede esperar y encontrar.
El Adviento, más que nunca en el momento en el que nos encontramos, produce paz y sosiego. ¿No sentimos alegría ante la llegada de un amigo? ¿No nos ponemos en pie para ponerlo todo a punto? Qué bueno sería que, así como estamos ya pensando en lista de Navidad, también nos apuntásemos en nuestra agenda aquello en lo que podemos ser más aplicados y mejores vigilantes para que, el Nacimiento de Cristo, lejos de dejarnos indiferentes produzca en nosotros una riada de felicidad, de fe y de esperanza.
A mí, para terminar, se me ocurren algunos puntos:
- No descuidemos nuestra fe personal. Acerquémonos a la escucha de la Palabra de Dios. ¿Tal vez la misa diaria?
- Vigilemos la tarea que Dios nos ha encomendado. Si somos padres, indiquemos a los hijos el camino de la fe. Si somos catequistas, crezcamos primero nosotros antes de animar a los demás, si estamos implicados en la vida activa de la Iglesia preguntémonos ¿en qué tenemos que progresar y qué hemos de desterrar de nuestros trabajos para preparar un digno camino al Señor?
- Cuidemos la oración. El Adviento es una buena oportunidad para recuperar el gusto por el “estar a solas con Dios”. Es hora de que, cada cristiano, cada católico, empiece a recuperar o a iniciarse en el camino de la oración personal. Entre otras cosas, porque el vigilante, sabe que en las horas de más soledad sabe que alguien y sin ruido puede presentarse. Y, es en la oración, donde el Señor se manifiesta de una forma silenciosa, suave y sanadora.
Si en el hombre hay una gran carencia de esperanza; si el mundo es un tren de prisas y de ansiedades; si la atmósfera que respiramos es un cúmulo de incertidumbres….¿por qué empeñarnos en estar dormidos cuando, el Señor, nos quiere despiertos y con ganas de recibirle?
¡Feliz Adviento 2014!


viernes, 21 de noviembre de 2014

HOJA INFORMATIVA Nº 918



DEL 23 AL 30 DE NOVIEMBRE DE 2014
 
CULTO EN L’ALCORA

· Domingo 23 - JESUCRISTO, REY DEL UNIVERSO.
- Colectas para las obras de la casa de Caritas. -
          * A las 12’00h., misa y conmemoración de Sta. Cecilia, patrona de los músicos.

· Martes 25 – A las 18,30 h en San Francisco, aniversario de Pedro Renau Peris.
· Sábado 29 – A las 18 h en San Francisco, aniversario de Antonio Sánchez Carnicer.

· Domingo 30 – Primero de ADVIENTO.
ADORACIÓN DEL SANTÍSIMO Miércoles 26 de noviembre
De 11h a 12h en San Francisco.
Desde las 17 h hasta la Misa, en la Parroquia.
* A las 18 h tendrá lugar el rezo de vísperas.

CONVOCATORIAS

- Martes 25 a las 21’00h., reunión de Lectores.
- Jueves 27, a las 21’30h. en los salones parroquiales, para organizar los Cursillos prematrimoniales.
* Están convocadas todas aquellas parejas que deseen casarse en el próximo año.   

RECOGIDA DE ALIMENTOS

      El viernes 28 y el sábado 29 de noviembre el Banco de Alimentos realiza una recogida de comestibles no perecederos a nivel nacional.  En nuestro pueblo los puntos de recogida estarán situados en los supermercados “Consum”, “Masymas”, “Mercadona” y “Economato”.   Todos los alimentos que se recojan se destinarán a Cáritas parroquial.

FINAL DEL AÑO LITÚRGICO

Este domingo con la solemnidad de Jesucristo, Rey del Universo, concluimos el Año Litúrgico que iniciamos en el Adviento del 2013.
El Año Litúrgico no puede ser un calendario de fechas que se recuerdan con cierta solemnidad, sino un camino de fe; camino que se ha de recorrer como en "espiral", creciendo en la fe cada año, con cada acontecimiento celebrado; creciendo en el amor a Dios y a los hermanos; creciendo en seguir y parecerse cada vez más a Cristo hasta llegar a configurarse con Él, -el hombre perfecto-.

JESUCRISTO, REY DEL UNIVERSO

UN JUICIO EXTRAÑO  /  Mateo 25, 31-46   
Las fuentes no admiten dudas. Jesús vive volcado hacia aquellos que ve necesitados de ayuda.  Es incapaz de pasar de  largo.  Ningún sufrimiento le es ajeno.  Se identifica con los más pequeños y desvalidos y hace por ellos todo lo que puede.  Para él la compasión es lo primero.  El único modo de parecernos a Dios: «Sed compasivos como vuestro Padre es  compasivo».
¿Cómo nos va a extrañar que, al hablar del Juicio final, Jesús presente la compasión como el criterio último y decisivo  que juzgará nuestras vidas y nuestra identificación con él? ¿Cómo nos va a extrañar que se presente identificado con todos los pobres y desgraciados de la historia?
Según el relato de Mateo, comparecen ante el Hijo del Hombre, es decir, ante Jesús, el compasivo, «todas las naciones».  No se hacen diferencias entre «pueblo elegido» y «pueblo pagano».  Nada se dice de las diferentes religiones y cultos.  Se habla de algo muy humano y que todos entienden: ¿Qué hemos hecho con todos los que han vivido sufriendo?
El evangelista no se detiene propiamente a describir los detalles de un juicio.  Lo que destaca es un doble diálogo que  arroja una luz inmensa sobre nuestro presente, y nos abre los ojos para ver que, en definitiva, hay dos maneras de reaccionar ante los que sufren: nos compadecemos y les ayudamos, o nos desentendemos y los abandonamos.
El que habla es un Juez que está identificado con todos los pobres y necesitados: «Cada vez que ayudasteis a uno de estos mis pequeños hermanos, lo hicisteis conmigo». Quienes se han acercado a ayudar a un necesitado, se han acercado a él. Por eso han de estar junto a él en el reino: «Venid, benditos de mi Padre».
Luego se dirige a quienes han vivido sin compasión: «Cada vez que no ayudasteis a uno de estos pequeños, lo dejasteis de hacer conmigo».  Quienes se han apartado de los que sufren, se han apartado de Jesús.  Es lógico que ahora les diga:  «Apartaos de mí».  Seguid vuestro camino…
Nuestra vida se está jugando ahora mismo. No hay que esperar ningún juicio.  Ahora nos estamos acercando o alejando de los que sufren.  Ahora nos estamos acercando o alejando de Cristo.  Ahora estamos decidiendo nuestra vida.
 José Antonio Pagola

viernes, 14 de noviembre de 2014

HOJA INFORMATIVA Nº 917



DEL 16 AL 23 DE NOVIEMBRE DE 2014

CULTO EN L’ALCORA

· Domingo 16 – XXXIII DEL TIEMPO ORDINARIO.
- COLECTA A FAVOR DE LA IGLESIA DIOCESANA -
Las colectas de este domingo van destinadas
al sostenimiento de la Iglesia Diocesana.

· Viernes 21 – La Presentación de la Virgen María.
· Sábado 22 – Santa Cecilia, virgen y mártir.
            * A las 19h en la Parroquia, aniversario de Agustín Carnicer Gascó.

· Domingo 23 JESUCRISTO, REY DEL UNIVERSO.
- Colectas para las obras de la casa de Caritas. -
          * A las 12’00h., misa y       conmemoración de
                              Sta. Cecilia, patrona de los músicos.
          * A las 13’15h, BAUTIZOS.

ADORACIÓN DEL SANTÍSIMO Miércoles 19 de noviembre

De 11h a 12h en San Francisco.
Desde las 17’00h hasta la Misa, en la Parroquia.
* A las 18’00h tendrá lugar el rezo de vísperas.

CONVOCATORIAS

Martes 18, a las 16 h. en los salones parroquiales, reunión de Vida Ascendente.
- A las 21’30h. reunión del Consejo de  Pastoral Parroquial.
  - 2º de CONFIRMACIÓN-
Lunes 17, a las 20 h. reunión catequistas de 2º de confirmación.
Martes 18, a las 20 h. reunión con los padres de los jóvenes de 2º de confirmación.  

- Itinerario de FORMACIÓN de ADULTOS –

 Miércoles 19,    - a las 17 h. reunión del grupo 1
 Jueves  20,   - a las 21 h. reunión de los grupos 2 y 3
Este curso, siguiendo el Plan Diocesano de Pastoral, trabajaremos la Exhortación “Evangelii Gaudium” del papa Francisco.  Todos los que quieran pueden unirse a estos grupos para profundizar en la formación cristiana.

DIA DE LA IGLESIA DIOCESANA

El sostenimiento de la Iglesia depende única y exclusivamente de los católicos y de quienes valoran la labor que la Iglesia desarrolla.
Las fuentes de financiación de la Iglesia son las aportaciones y donaciones que realizan los fieles y el 0,7% de la cuota íntegra de los contribuyentes que marcan en su declaración del IRPF la casilla correspondiente.
Es el momento de participar más activamente en el día a día de nuestra Iglesia apoyando la labor y las actividades de cada parroquia, comunidad o movimiento cristiano.
Nuestra colaboración económica es indispensable y es expresión de nuestro compromiso eclesial.  Todos tenemos que participar en la Iglesia y colaborar económicamente en su sostenimiento.  Todos somos necesarios.

DOMINGO XXXIII/ A del T.O.:  Mateo 25, 14-30

Dios y Padre nuestro, como nos gustaría que un día nos dijeras a nosotros: “eres un empleado cumplidor”, y “pasa al banquete de tu Señor”.
Por eso queremos darte gracias por los bienes que nos has confiado: nuestra vida y la de todos nuestros hermanos y hermanas, la capacidad de amarte y de amarnos, la responsabilidad de organizar la convivencia entre toda la familia humana y de cuidar del universo.
Ayúdanos, Padre, a ser dignos cada día de la confianza y responsabilidad recibidas; que sepamos trabajar con los propios talentos y valorar los de nuestros hermanos; que no tengamos miedo de gastar la vida poniéndola al servicio de causas nobles; que nunca tengas que decirnos que somos empleados inútiles, negligentes u holgazanes.
Ayúdanos, sobre todo, a no caer en la tentación de mirarte con miedo o desconfianza, de pensar que no tenemos nada que ofrecer y de no querer arriesgarnos o comprometernos cuando se trata de servir a la comunidad.
Haznos salir cada día de una vida que no busca más que la propia comodidad y haznos entrar en tu modo de ser encontrando la alegría en pensar en los demás y perdiendo el miedo de entregarnos totalmente.
El mensaje de Jesús es claro. 
No a la obsesión por la seguridad.
Sí al esfuerzo arriesgado por transformar el mundo.