martes, 29 de agosto de 2017

HOJA INFORMATIVA Nº 1062


DEL 27 DE AGOSTO AL 3 DE SEPTIEMBRE DE 2017


FIESTAS EN HONOR AL SANTÍSIMO CRISTO DEL CALVARIO

Domingo 27 – STMO. CRISTO DEL CALVARIO
 Este día, el Calvario estará abierto desde las 7h.
     Horario de Misas y Procesión:
   *   9 h., en San Francisco.
   * 10 h., en las Carmelitas y en la Foia.
* 11,30 h., en la Parroquia, Misa Solemne.
   * 19 h., en la Parroquia.
            * 20 h., Ofrenda de flores al Cristo y  
 Solemne Procesión al Calvario.

Lunes 28 - A las 10,30 h., en la Parroquia, Misa Solemne en sufragio de los Difuntos de l’Alcora.
Seguidamente Procesión hasta el Cementerio, y responso por los fieles difuntos.
  AVISO: Del martes 29 al viernes 1 no hay misa por la
  tarde; sólo la de 7,55 h. en la Capilla de las Carmelitas.
Viernes 1 – PRIMER VIERNES DE MES.
Sábado 2 – A las 18,30 h misa en San Francisco
* No habrá Misa vespertina en la Parroquia.

Domingo 3 – XXII  DEL TIEMPO ORDINARIO
            Horario de Misas:
*   9 h., en San Francisco.
* 10 h., en las Carmelitas y en la Foia.        
* 12 h., en la Parroquia.
* Colectas destinadas a CÁRITAS.

TAPICES DEL CRISTO

Se pueden adquirir en el Calvario al precio de 20 €.

¿QUÉ SIGNIFICA LA CRUZ?        Javier  Ordovás

La Cruz se ha convertido en el mejor símbolo de victoria y salvación, expresa la cercanía y entrega de Cristo, el amor ilimitado de Dios

No nos damos mucha cuenta, porque ya estamos acostumbrados a ver la cruz en la iglesia o en nuestras casas. Pero la cruz es una verdadera cátedra, desde la que Cristo nos predica siempre la gran lección del cristianismo.
La cruz resume toda la teología sobre Dios, sobre el misterio de la salvación en Cristo, sobre la vida cristiana. 
La cruz es todo un discurso: nos presenta a un Dios trascendente pero cercano; un Dios que ha querido vencer el mal con su propio dolor; un Cristo que es juez y señor, pero a la vez siervo, que ha querido llegar a la total entrega de sí mismo, como imagen plástica del amor y de la condescendencia de Dios; un Cristo que en su Pascua -muerte y resurrección—ha dado al mundo la reconciliación y la Nueva Alianza entre la humanidad y Dios.
 Esta cruz ilumina toda nuestra vida. Nos da esperanza. Nos enseña el camino de cada día. Nos asegura la victoria de Cristo, a través de la renuncia a sí mismo, y nos compromete a seguir el mismo estilo de vida para llegar a la nueva existencia del Resucitado.
La cruz, que para los judíos era escándalo y para los griegos necedad (1 Cor 1,18-23), que escandalizó también a los discípulos de Jesús, se ha convertido en nuestro mejor símbolo de victoria y esperanza, en nuestro más seguro signo de salvación y de gloria
No es de extrañar que, cuando en nuestra celebración empleamos el gesto simbólico del incienso—signo de honra, de veneración y alabanza— sea en primer lugar la cruz la que reciba nuestro homenaje.
En esa cruz se centra nuestra comprensión de Cristo y de su misterio pascual. Ahí está concentrada la Buena Noticia del Evangelio. Todas las demás palabras y gestos simbólicos lo que hacen es explicar, desarrollar (y, a veces, oscurecer) lo que nos ha dicho la cruz… 
      DOMINGO XXI / A del T.O.:              
                                                    Mateo    16, 13-20

«Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?»
Jesús nos pregunta, cuál es nuestro Dios.    ¿Él?  ¿El dinero?  ¿El placer? 
     ¿En qué templo oramos: en el suyo, o en el de algún ídolo moderno? 
Señor, que nuestra vida manifieste que Tú eres para nosotros un modelo de vida.

Que sepamos dar una respuesta cristiana en cada situación y que seamos comprensivos con nosotros y con los demás.

miércoles, 23 de agosto de 2017

HOJA INFORMATIVA Nº 1061


DEL 20 AL 27 DE AGOSTO DE 2017
 
CULTO EN L’ALCORA

 Domingo 20 – XX  DEL TIEMPO ORDINARIO.
Colectas para las Obras de la Casa de Cáritas -
 Martes 22 - Santa María Virgen Reina.
 Jueves 24 - San Bartolomé, apóstol
A las 12,30 h., en la Parroquia, misa por los difuntos de la Asociación de Jubilados y Pensionistas “L’Alcalatén”
Sábado 26 - Santa Teresa de Jesús Jornet e Ibars, patrona de la ancianidad.
A las 18,30 h., Misa en San Francisco.
NO habrá misa vespertina en la Parroquia.
 Domingo 27 – STMO. CRISTO DEL CALVARIO
Horario de Misas y Procesión:
9 h., en San Francisco.
10 h., en las Carmelitas y en la Foia.
11,30 h., en la Parroquia, Misa Solemne.
19 h., misa en la Parroquia.
20 h., Ofrenda de flores al Cristo y Solemne Procesión al Calvario.
El día del Cristo, el Calvario estará abierto desde las 7h.

TAPICES DEL CRISTO

Se pueden adquirir en el Calvario al precio de 20 €.

DOMINGO XX / A del T.O.:   Mateo 15, 21-28    
 Los gritos de una extranjera que sigue a Jesús   “Ten compasión de mí,  Señor Hijo de David…”     marcan “un antes y un después” en su misión:
            “Mujer, qué grande es tu fe:
              que se cumpla lo que deseas”.
Jesús vive muy atento a la vida. Es ahí donde descubre la voluntad de Dios. Mira con hondura la creación y capta el misterio del Padre, que lo invita a cuidar con ternura a los más pequeños.  Abre su corazón al sufrimiento de la gente y escucha la voz de Dios, que lo llama a aliviar su dolor.
Los evangelios nos han conservado el recuerdo de un encuentro que tuvo Jesús con una mujer pagana en la región de Tiro y Sidón. El relato es sorprendente y nos descubre cómo aprendía Jesús el camino concreto para ser fiel a Dios.
Una mujer sola y desesperada sale a su encuentro. Solo sabe hacer una cosa: gritar y pedir compasión.  Su hija no solo está enferma y desquiciada, sino que vive poseída por un “demonio muy malo”. Su hogar es un infierno. De su corazón desgarrado brota una súplica: “Señor, socórreme”.
Jesús le responde con una frialdad inesperada. Él tiene una vocación muy concreta y definida: se debe a las “ovejas descarriadas de Israel”.  No es su misión adentrarse en el mundo pagano: “No está bien echar a los perros el pan de los hijos”.
La frase es dura, pero la mujer no se ofende. Está segura de que lo que pide es bueno y, retomando la imagen de Jesús, le dice estas admirables palabras: “Tienes razón, Señor; pero también los perros comen las migajas que caen de la mesa de sus amos”.
De pronto Jesús comprende todo desde una luz nueva. Esta mujer tiene razón: lo que desea coincide con la voluntad de Dios, que no quiere ver sufrir a nadie. Conmovido y admirado le dice: “Mujer, ¡qué grande es tu fe!, que se cumpla lo que deseas”. 
Jesús, que parecía tan seguro de su propia misión, se deja enseñar y corregir por esta mujer pagana. El sufrimiento no conoce fronteras.  Es verdad que su misión está en Israel, pero la compasión de Dios ha de llegar a cualquier persona que está sufriendo.
Cuando nos encontramos con una persona que sufre, la voluntad de Dios resplandece allí con toda claridad. Dios quiere que aliviemos su sufrimiento.  Es lo primero. Todo lo demás viene después. Ese fue el camino que siguió Jesús para ser fiel al Padre.

JESÚS, ayúdanos a escuchar a todos, piensen lo que piensen, a dejarnos interpelar por todo acontecimiento y circunstancia, a comprometernos sin fanatismo por la verdad siempre humilde,  a poner nuestro esfuerzo en la construcción de tu reino, a poner sinceridad, racionalidad, sentido...   en nuestras relaciones.  

martes, 22 de agosto de 2017

HOJA INFORMATIVA Nº 1060

DEL 13 AL 20 DE AGOSTO DE 2017
 
CULTO EN ARAIA

Martes 15 de agosto a las 11,30 h., Misa y Procesión

CULTO EN L’ALCORA

Domingo 13 - XIX DEL TIEMPO ORDINARIO.
A las 13 h., BAUTIZOS.
Lunes 14 – Vísperas de la Asunción.
A las 18,30 h., misa en San Francisco.
A las 19,30 h., en la Parroquia.  
Martes 15 - ASUNCIÓN DE LA VIRGEN MARÍA.
Horario de misas como en domingo -
Sábado 19 - A las 18,30 h., en san Francisco, aniversario de Palmira Gasch Aparici
- A las 19,30 h., en la Parroquia, aniversario de Esperanza Monfort Fabra.
Domingo 20 - XX DEL TIEMPO ORDINARIO.

 FIESTA DE LA ASUMPTA AL CIELO

La fiesta de la Asunción de la Santísima Virgen María, se celebra en toda la Iglesia el 15 de agosto. Esta fiesta tiene un doble objetivo: La feliz partida de María de esta vida y la asunción de su cuerpo al cielo.
“En esta solemnidad de la Asunción contemplamos a María: ella nos abre a la esperanza, a un futuro lleno de alegría y nos enseña el camino para alcanzarlo: acoger en la fe a su Hijo; no perder nunca la amistad con él, sino dejarnos iluminar y guiar por su Palabra; seguirlo cada día, incluso en los momentos en que sentimos que nuestras cruces resultan pesadas. María, el arca de la alianza que está en el santuario del cielo, nos indica con claridad luminosa que estamos en camino hacia nuestra verdadera Casa, la comunión de alegría y de paz con Dios”. Homilía de Benedicto XVI

DOMINGO XIX / A del T.O.:   Mateo 14,22-33
ORACIÓN DEL QUE DUDA
Señor, sálvame.
Dios está en el fondo de todo ser humano. Lo expresaba de forma espléndida el gran teólogo suizo H. von Balthasar: «El hombre es un ser con un misterio en su corazón que es mayor que él mismo.» Si es así, ¿por qué no lo captamos?, ¿por qué Dios se nos escapa y nos parece a veces tan lejano y desconocido? La mística francesa, Madeleine Deibrel, mujer seglar por cierto, se dirigía a Dios de esta forma tan curiosa: «Señor, si Tú estás en todas partes, ¿cómo es que yo me las arreglo para estar en otro sitio?» Dicho de otra manera, ¿por qué no se produce el encuentro?
Algunos rechazan de entrada la presencia de Dios en su vida. No sienten necesidad de nadie para resolver su existencia. Se bastan a sí mismos. No necesitan ninguna otra luz ni esperanza. Tienen bastante con lo que ellos se pueden proporcionar a sí mismos. Desde esta postura de autosuficiencia no es posible encontrarse con Dios.
Otros lo dejan todo muy pronto. Intuyen que Dios les puede traer complicaciones, y ellos quieren tranquilidad. Nada de replantearse la vida. Es mejor olvidar estas cosas e instalarse en la indiferencia. No parece la postura más valiosa, pero probablemente es hoy la más frecuente.
El creyente vive una experiencia diferente. Sabe que el ser humano no se basta a sí mismo. Al mismo tiempo, siente de diversas formas el anhelo de infinito. En su corazón brota la confianza. Es otra manera de plantearse todo: en lugar de teorizar se pone a escuchar, en vez de caminar solo por la vida se deja acompañar por una presencia misteriosa, en vez de desesperar se abre confiadamente al amor de Dios.
Esta experiencia es personal. No se vive «de oídas» ni se conoce por procurador. No basta creer lo que otros dicen. Cada uno ha de encontrar su camino hacia Dios. El teólogo J. Martín Velasco recuerda en un estudio las palabras del personaje de una novela de E. Wiesel: «Cada hombre tiene una plegaria que le pertenece, igual que tiene un alma que le pertenece. Del mismo modo que a un hombre le es difícil encontrar su alma, también le es difícil encontrar su plegaria. La mayoría de la gente vive con almas y recita oraciones que no son las suyas; hoy, Michael, has encontrado tu oración.»

Es justamente lo que necesitamos. Encontrar cada uno nuestro camino hacia Dios, encontrar nuestra propia oración. Pero, ¿cómo hacerlo cuando uno está lleno de dudas y no tiene tiempo ni fuerzas para buscar a Dios? Muchas veces he pensado que para muchas personas que no aciertan a creer, la mejor oración tal vez sean esas palabras cargadas de sinceridad que Pedro dirige a Jesús cuando comienza a hundirse en el mar de Tiberíades: «Señor, sálvame.»

HOJA INFORMATIVA Nº 1059

DEL 6 AL 13 DE AGOSTO DE 2017.  


CULTO EN L’ALCORA

Domingo 6 – La TRANSFIGURACIÓN del SEÑOR
* Colectas destinadas para CÁRITAS.
- A las 19 h., Misa en la ermita del  Salvador.
                                                                                    
Martes      8 – Santo Domingo de Guzmán.
Miércoles  9 – Santa Teresa Benedicta de la Cruz.
Jueves  10 – San Lorenzo.
Viernes 11 – Santa Clara de Asís
Sábado 12 - A las 18,30 h., misa en san Francisco
A las 19,30 h., en la Parroquia aniversario   de Ernesto Branchat Cervera.

Domingo 13 – XIX DEL TIEMPO ORDINARIO.
* A las 13 h., BAUTIZOS.

 DOMINGO XVIII / A del T.O.:   Mateo 17, 1-9.
Transfiguración del Señor 
MIEDO
Éste es mi Hijo amado... escuchadlo
Probablemente es el miedo lo que más paraliza a los cristianos en el seguimiento fiel a Jesucristo. En la Iglesia actual hay pecado y debilidad pero hay, sobre todo, miedo a correr riesgos; hemos comenzado el tercer milenio y un nuevo tiempo, sin audacia para renovar creativamente la vivencia de la fe cristiana. No es difícil señalar alguno de estos miedos.
Hay miedo a lo nuevo como si «conservar el pasado» garantizara automáticamente la fidelidad al Evangelio. Es cierto que el Concilio Vaticano II afirmó de manera rotunda que en la Iglesia ha de haber «una constante reforma» pues «como institución humana la necesita permanentemente». Sin embargo, no es menos cierto que lo que mueve en estos momentos a la Iglesia no es tanto un Espíritu de renovación como un instinto de conservación.
Hay miedo para asumir las tensiones y conflictos que lleva consigo el buscar la fidelidad al Evangelio. Nos callamos cuando tendríamos que hablar; nos inhibimos cuando deberíamos intervenir. Se prohíbe el debate de cuestiones importantes para evitar planteamientos que pueden inquietar; se promueve la adhesión rutinaria que no trae problemas ni disgusta a los que formamos la Iglesia
Hay miedo a la investigación teológica creativa. Miedo a revisar ritos y lenguajes litúrgicos que no favorecen hoy la celebración viva de la fe. Miedo a hablar de los «derechos humanos» dentro de la Iglesia. Miedo a reconocer prácticamente a la mujer un lugar más acorde con el Espíritu de Cristo.
Hay miedo a anteponer la misericordia por encima de todo, olvidando que la Iglesia no ha recibido el «ministerio del juicio y la condena», sino el «ministerio de la reconciliación». Hay miedo a acoger a los pecadores como lo hacía Jesús. Difícilmente se dirá hoy de la Iglesia que es «amiga de pecadores», como se decía de su Maestro.
Según el relato evangélico, los discípulos caen por tierra «llenos de miedo» al oír una voz que les dice: «Este es mi Hijo amado... escuchadlo». Da miedo escuchar sólo a Jesús. Es el mismo Jesús quien se acerca, los toca y les dice: «Levantaos, no tengáis miedo». Sólo el contacto vivo con Cristo nos podría liberar de tanto miedo.