DEL 18 AL
25 DE AGOSTO DE 2013
CULTO EN L’ALCORA
·Domingo 18 – XX
DEL TIEMPO ORDINARIO.
·Martes 20 – San Bernardo, abad y doctor.
·Miércoles 21 – San Pío X, papa.
·Jueves 22 – Santa María Reina.
* A
las 12’30h, en la Parroquia,
Misa de la Asociación
de Jubilados y Pensionistas “L’Alcalatén”.
·Sábado 24 – San Bartolomé, apóstol.
* A
las 18’30h, Misa en San Francisco.
* NO
habrá misa en la Parroquia.
·Domingo 25 – FIESTA
DEL STMO. CRISTO DEL CALVARIO
Horario de Misas y Procesión:
*
9h en San Francisco.
*
10h en la Foia.
*
10’30h en las Carmelitas.
* 11’30h en la Parroquia, Misa Solemne. Predicará el Rvdo. D.
José Luis Arín Roig, Vicario General de la Diócesis de Tortosa.
*
19h en la Parroquia.
*
20h Ofrenda de flores al Cristo
y Solemne Procesión al Calvario.
IR A MISA
No cabe
duda de que en nuestro lenguaje coloquial son muchas las expresiones que tienen
como objeto la Misa. Es
una prueba evidente de la fe de nuestro pueblo en el misterio por excelencia,
el misterio de la Eucaristía.
Y así la gente de nuestros pueblos y ciudades habla de “ir a
Misa”, “oír Misa”, “decir Misa”. Como se puede ver, se trata de expresiones
empleadas a lo largo de siglos, pero que se quedan cortas a la hora de precisar
la relación que los fieles hemos de tener para con el milagro maravilloso que
se desarrolla sobre el altar, en el momento en el que el sacerdote dice. “Tomad
y comed, esto es mi Cuerpo; tomad y bebed, esta es mi Sangre”.
Lo que
se espera de cada uno de nosotros es una verdadera participación. No basta con
“ir a Misa, estar en Misa u oír Misa”: estamos invitados a tomar parte en ella.
Una participación consciente, en la que actúa toda nuestra persona, el alma con
sus facultades, y también el cuerpo. Y así, vivimos la puntualidad, saludamos
al sacerdote puestos en pie, escuchamos dignamente sentados, adoramos de
rodillas, contestamos adecuadamente, hacemos la señal de la cruz, pedimos
perdón, vivimos la paz y recibimos al Señor en la comunión, que es ciertamente
el modo más importante de participar en la Eucaristía. .
La
Iglesia nos pide en este primer mandamiento que participemos en la Misa todos los domingos y
fiestas de precepto. A veces se oye decir: “prefiero ir a Misa un día
cualquiera ya que los domingos las iglesias se masifican, la ceremonias se alargan,
hay mucho ruido”. En tanto que la
Misa de un martes por ejemplo es recatada, discreta, más
apropiada para la reflexión y el recogimiento”.
¿Por qué
la Iglesia manda que la participación en la Misa tenga lugar precisamente el domingo? Tal
como nos dice la
Sagrada Escritura, Dios, desde el momento de la creación,
estableció que le fuera dedicado un día, un día de culto y de descanso. Este es
el origen, por ejemplo, del sabath judío. A raíz de la Resurrección del
Señor, que tuvo lugar el día primero de la semana, los primeros seguidores de
Jesús trasladaron a ese día el descanso y la celebración de la Eucaristía, dado que a
ese día lo consideraron el “dies Domini”, el día del Señor. De esas dos
palabras latinas ha derivado la palabra domingo en nuestro castellano. Los
primeros discípulos, al igual que los apóstoles, se reunían el domingo, para
recordar la Resurrección
del Señor, estudiar las Escrituras y partir el pan de la Eucaristía, y lo hacían
precisamente ese día, no un día cualquiera de la semana.
Tan importante es la celebración de la Eucaristía que todos
los demás sacramentos tienden a ella y se unen estrechamente en ella. Tratemos
de vivir, pues, la máxima veneración a la Eucaristía tomando parte activa en la celebración
de este Sacrificio, dándole culto con la máxima adoración y recibiendo este
sacramento frecuentemente y con la mayor devoción. La Misa es, en suma, la manifestación
más viva del amor de Dios a los hombres, a quienes “habiendo amado, los amó
hasta el extremo”. Ese extremo es la Misa. No dejemos de participar en ella, si es
posible, hasta diariamente.
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