DEL 12 AL 19
DE NOVIEMBRE DE 2017
CULTO EN L’ALCORA
·
Domingo 12 – XXXII
del Tiempo Ordinario.
-
DÍA DE LA IGLESIA DIOCESANA -
Las colectas de este domingo van destinadas
al sostenimiento de la Iglesia Diocesana.
*
A las 13 h. BAUTIZOS.
·
Sábado 18 - A las 18 h.,
misa en San Francisco.
- A las 19 h.,
misa en la Parroquia.
· Domingo 19 - XXXIII
del Tiempo Ordinario.
- Colectas para las obras de la casa de
Caritas. –
ADORACIÓN DEL
SANTÍSIMO.
Miércoles 15 - De 17 h., hasta
la Misa, en la Parroquia.
A las 18 h., tendrá lugar el rezo de
vísperas.
Jueves 16 - De 11 h., a 12
h., en San Francisco.
CONVOCATORIAS
- Lunes 13 - A las 15,45 h., en los salones parroquiales reunión de Vida Ascendente.
DIA DE LA IGLESIA
DIOCESANA
LA
IGLESIA DIOCESANA NUESTRA GRAN FAMILIA
Debemos
conocer nuestra Iglesia Diocesana, para sentirla como propia y para amarla como
nuestra madre en la fe y como nuestra propia familia.
Con
frecuencia los católicos acudimos a la Iglesia solo cuando la necesitamos;
satisfecha nuestra necesidad la olvidamos y vivimos al margen de ella, de su
vida, y de sus necesidades personales y materiales.
Nos
urge redescubrir y vivir nuestra identidad cristiana y eclesial. Nos urge recuperar el amor a nuestra Iglesia,
valorar y agradecer los bienes que recibimos en ella. Somos
parte de ella, la necesitamos y queremos vivir en y con la Iglesia comprometidos
con su vida y su misión.
Comprometámonos
en la vivencia de la fe y vida cristianas, cooperemos en la vida y tareas de la
Iglesia, y en la generosidad de nuestra colaboración económica.
DOMINGO XXXII/ A del T.O.:
Mateo 25, 1-13
“… velad, porque no sabéis el día ni la
hora”.
Todo está
preparado para que comience el partido de la final del mundial de fútbol (11 de
julio de 2010). Durante
los últimos dos años hemos acompañado a la selección en su camino hacia el
mundial y, en el último mes, no nos hemos perdido ni uno solo de sus partidos. Ahora, estamos a solo 90 minutos de saber si
el sueño de ser campeones se hace realidad. En casa todo está preparado: el
televisor, los altavoces, algo para picar y, obviamente, unas cuantas cervezas.
La familia y los amigos llenan la estancia cuando el árbitro ordena que el
balón se ponga en movimiento. Pasan los minutos y la expectativa crece pero no
aparecen los goles. La tensión y el tiempo le roban la atención a uno de los
asistentes que, para calmar los nervios, se levanta a traer algo más para
picar. No ha dado sino unos pasos cuando un grito de gol le hace volver la
mirada al televisor. Todos se abrazan, Iniesta y sus compañeros están eufóricos
pero él, se perdió el gol, no lo vio.
Esta situación, seguramente, la hemos vivido
más de una vez en nuestras vidas. Los
momentos de distracción nos han hecho perder o dejar pasar de largo valiosas
oportunidades e impedirnos disfrutar de momentos gozosos. Jesús, con la parábola de las vírgenes
sensatas y necias nos invita a estar atentos y a permanecer en vela de modo que
cuando él pase por nuestra historia nos encuentre despiertos y alerta.
Tener
las lámparas encendidas en medio de un mundo que nos ofrece tantas
distracciones no es tarea fácil. Vivimos tan ajetreados que las cosas fundamentales
de la vida se van postergando y solo nos queda tiempo para dar respuesta a los
desafíos que nos presenta el día a día. El síndrome de la agenda, que suele
estar a tope, nos impide dedicar tiempos de calidad al cuidado del espíritu y
de las relaciones profundas; a la contemplación gratuita de los dones que Dios
nos ha dado en la creación y a navegar en la hondura de nuestro yo más interior
que se descubre en el encuentro profundo con los otros y el Otro. Vivimos tan
ocupados y distraídos que, como al amigo que
no vio el gol de Iniesta, no vemos ni sentimos la presencia de Dios.
Javier
Castillo.