Alcora, II Domingo de Pascua, 2013
En los últimos días, en nuestro pueblo de Alcora se
percibe una atmósfera enrarecida a tenor de lo acontecido en la procesión del
Santo Entierro del Viernes Santo. Esta situación requiere, a mi modesto
entender, y como párroco de Alcora, una declaración objetiva por mi parte para
dejar claro de una vez por todas los hechos.
Resulta triste y un poco descorazonador observar al
punto al que se ha llegado: insultos de palabra hacia mi persona, insultos por
escrito en medios digitales, comentarios y juicios de valor desafortunados,
distanciamiento en el saludo,… y un malestar general, que surge de un
desconocimiento de los hechos, que no son otros que los que detallo a
continuación de forma cronológica:
-
En
la reunión del 17 de enero de 2012 de la Junta Local de Cofradías (constituida
por dos miembros de cada cofradía, uno de los cuales es el presidente), se me
plantea la cesión de la Iglesia de la Sangre para albergar y poder mostrar
durante las Jornadas Nacionales del Tambor y el Bombo, los pasos de Semana
Santa.
-
Los
días 16, 17 y 18 de marzo de 2012 tienen lugar las XXVII Jornadas Nacionales
del Tambor y el Bombo en nuestra localidad. En la Iglesia de la Sangre, como
recordarán, se encuentran expuestos los pasos de Semana Santa para deleite de
los visitantes.
-
En
la reunión de la Junta Local de Cofradías del 22 de marzo 2012, revisión de las
Jornadas y preparación de la Semana Santa, los miembros de la Junta (recordemos
que están representadas todas las cofradías), valoran muy positivamente la
exposición de las imágenes en la Iglesia de la Sangre y me piden, si es posible,
utilizar la Iglesia de la Sangre como centro de mantenimiento de los pasos en
Semana Santa por dos motivos; la comodidad de montaje, y poder exponerlas
juntas al pueblo. A mí me gusta la idea porque de esa forma se evita también el
trajín de movimiento de peanas, imágenes y bancos en el templo parroquial.
Para ello, yo me comprometo personalmente, en nombre
de la Parroquia, a restaurar la Iglesia de la Sangre y ampliar la puerta
recobrando el hueco original para que las imágenes puedan entrar y salir con
sus peanas.
Durante el verano del año pasado, 2012, se realizan
las obras de adecuación de la Iglesia de la Sangre, (reparación de grietas en
bóveda, colocación de pavimento, pintura y ampliación del hueco de la puerta y
puerta nueva), obra en beneficio de la Parroquia, y para el pueblo, que costó
aproximadamente 12.000 €.
-
El
día 13 de noviembre de 2012, nuevamente en reunión de la Junta Local de
Cofradías, doy cuenta a los presidentes de las obras realizadas en la Iglesia
de la Sangre, de acuerdo con lo solicitado por ellos y el compromiso adquirido
por mí. A partir de lo cual los miembros de la Junta deciden que la Iglesia de
la Sangre será la sede de los pasos en Semana Santa y éstos serán portados
antes de las procesiones a la Pl. de la Iglesia y devueltos, después de las
procesiones, a la Iglesia de la Sangre. Con las únicas excepciones del Sepulcro
que mantendrá la sede parroquial, y la procesión del Encuentro en la que se
decidió que los pasos, acabada la procesión, sí entrarían en la Parroquia.
-
En
la reunión de la Junta Local de Cofradías de 26 de febrero de 2013,
preparatoria de la Semana Santa, entre otros asuntos, los presidentes de las
cofradías se reafirman en lo dicho en el punto anterior y además se confirma la
utilización de la Iglesia de la Sangre como sede de los pasos durante la Semana
Santa y el traslado de las imágenes a la Pl. de la Iglesia para procesionar y
la posterior devolución a la misma Iglesia de la Sangre.
-
En
la procesión del Santo Entierro del pasado Viernes Santo tienen lugar los
siguientes hechos, algunos de ellos muy lamentables:
·
Entre
el Miércoles y Jueves Santo se me hace saber que dos cofradías se niegan a
portar las imágenes a la Pl. de la Iglesia para iniciar la procesión.
·
El
viernes a última hora estas dos mismas cofradías deciden, unilateralmente, iniciar la procesión del Santo Entierro desde
la Iglesia de la Sangre. A raíz de este hecho y para evitar males mayores, yo
decido que el resto de la procesión se incorporará cuando ellos pasen por la
Pl. de la Iglesia.
·
Durante
la procesión, una de las dos cofradías, la del Nazareno, llegada a la Iglesia
de la Sangre decide dar por acabada su participación en la procesión, entrando
la imagen en la Iglesia y anunciando a los cofrades la finalización de la
procesión. La otra cofradía, la de los Dolores, paró la imagen ante la puerta, permitiendo
a las cofrades procesionar hasta la Pl. de la Iglesia.
·
En
relación a las otras dos cofradías, hay que decir que la del Sepulcro, que
tenía su origen y destino en la Parroquia, cumplió el trayecto procesional, y
la del Cristo del Calvario, que también completó el recorrido previsto, lo
hizo, según palabras de su propio presidente ese mismo día, en cumplimiento de
lo que los presidentes habían acordado en las reuniones previas de la Junta
Local de Cofradías.
Ante estos hechos concretos y en vista de lo
acontecido, no puedo más que expresar mi sorpresa y, ¿por qué no?... mi
indignación ante todo lo vivido.
No puedo entender nada de lo que ha pasado, y
supongo que los que estéis leyendo este escrito opinaréis lo mismo. Yo no he
tomado ninguna decisión, se han tomado en la Junta Local de Cofradías, en la
que, como ya sabemos, están representadas las cuatro cofradías por sus
presidentes. Analizando los hechos intento pensar en qué se ha fallado y no se
me ocurre otra cosa que creer que hay un grave defecto de comunicación entre
las cofradías y quienes las representan, así como una falta de autoridad de
éstos últimos.
He hablado de sorpresa e indignación. Indignación
porque me ha dolido mucho que algunos comentarios de algunas personas,
malintencionados o no, creo que sin conocimiento de los hechos, hayan podido
calar tan profundamente en el resto de la comunidad. Parece que se ha vuelto a
repetir la Semana Santa original en la que se vertieron juicios condenatorios
sin ningún fundamento. También quiero hacer constar, dicho humildemente y con
todo el respeto, mi total malestar por los hechos que como ya he demostrado en
este escrito no han sido provocados en ningún caso por mí, pero sí he sido yo
destino único de todos los insultos, comentarios y maledicencias. Por último, llamo
a la prudencia y al análisis a todos, para hacer ver lo fácil que resulta en
ocasiones movilizarnos contra personas e instituciones, manipulados por
comentarios infundados. En muchos casos parecidos, la gran perjudicada siempre
es nuestra Madre la Iglesia.
Aprendamos que no podemos juzgar sin conocimiento de
los hechos y sin la escucha de todas las partes.
En breve solicitaré que se convoque una reunión de
la Junta Local de Cofradías donde, a la luz de los hechos y con espíritu
fraterno, analicemos lo acontecido.
Mn. Javier Aparici Renau,
cura párroco de Alcora.