DEL 20 AL 27 DE
ABRIL DE 2014
CULTO EN L’ALCORA
· Domingo 20 – PASCUA DE RESURRECCIÓN
* 9h
Misa en San Francisco.
* 10h
Misa en La Foia.
* 11h
Procesión del Encuentro y Misa.
* 12h
Misa en las Carmelitas.
* A las 13h BAUTIZOS.
* NO hay Misa de 12’30h.
·
Lunes 21 – “DÍA
DEL ROTLLO”
* 7’55h Misa en las
Carmelitas.
* 9h Salida de la Romería de Infantes desde la Parroquia y Misa en San
Cristóbal.
* 12’30h Recepción de la Romería en la puerta del
Calvario y, en la Iglesia, reparto del “rotllo”.
-
NO HABRÁ MISA VESPERTINA –
·
Martes 22 – DÍA DE LA DOBLA
* 7’55h Misa
en las Carmelitas.
* 10’30h en San Cristóbal.
-
NO HABRÁ MISA VESPERTINA –
·
Sábado 26 – PEREGRINACIÓN POR LAS ERMITAS. A las 6
de la mañana Misa en el Calvario. Hacia las 22h recepción de los peregrinos en la Parroquia.
* A las 18’30h
en San Francisco, Aniversario de Dionisio
Vidal Gual.
* A las 19’30h
en la Parroquia,
Aniversario de Antonio Garcés Nebot.
·
Domingo 27 – SEGUNDO DE PASCUA.
(Colectas
destinadas a las obras de la Casa
de Cáritas)
* 9h en San Francisco.
* 10h en las Carmelitas y La
Foia.
* A las 12h, Misa de Peregrinos.
(La
misa de 11h y 12’30h, quedan unidas en ésta de las 12h)
ADORACIÓN DEL SANTÍSIMO
El miércoles
23 NO habrá Exposición.
TESTIGOS DE LA RESURRECCIÓN
Cuentan
de un sabio alemán que, al tener que ampliar su gabinete de investigaciones,
fue a alquilar una casa que colindaba con un convento de carmelitas. Y pensó:
¡Qué maravilla, aquí tendré un permanente silencio! Y, con el paso de los días,
comprobó que, efectivamente, el silencio rodeaba su casa..., salvo en las horas
de recreo. Entonces, en el patio vecino estallaban surtidores de risa, limpias
carcajadas, un brotar inextinguible de alegría. Y era un pozo que se colaba por
puertas y ventanas. Un júbilo que perseguía al investigador por mucho que
cerrase sus puertas. ¿Por qué se reían aquellas monjas? ¿De qué se reían? Estas
preguntas intrigaban al investigador. Tanto, que la curiosidad le empujó a
conocer las vidas de aquellas religiosas. ¿De qué se reían si eran pobres? ¿Por
qué eran tan felices si nada de lo que alegra a este mundo era suyo? ¿Cómo
podía llenarles la oración, el silencio? ¿Tanto valía la sola amistad? ¿Qué
había en el fondo de sus ojos que les hacía brillar de tal manera?
Aquel
sabio alemán no tenía fe. No podía entender que aquello, que para él eran ficciones,
sueños sin sentido, llenara un alma. Menos aún que pudiera alegrarla hasta tal
extremo.
Y comenzó a obsesionarse. Empezó a sentirse rodeado de oleadas de risas, que ahora escuchaba a todas horas. Y en su alma nació una envidia que no se decidía a confesarse a sí mismo. Tenía que haber "algo" que él no entendía, un misterio que le desbordaba. Aquellas mujeres, pensaba, no conocían el amor, ni el lujo, ni el placer, ni la diversión. ¿Qué tenían si no podían ser otra cosa que una acumulación de soledades?
Y comenzó a obsesionarse. Empezó a sentirse rodeado de oleadas de risas, que ahora escuchaba a todas horas. Y en su alma nació una envidia que no se decidía a confesarse a sí mismo. Tenía que haber "algo" que él no entendía, un misterio que le desbordaba. Aquellas mujeres, pensaba, no conocían el amor, ni el lujo, ni el placer, ni la diversión. ¿Qué tenían si no podían ser otra cosa que una acumulación de soledades?
Un día
se decidió a hablar con la priora, y ésta le dio una sola razón:
- Es que
somos esposas de Cristo.
- Pero
-arguyó el científico- Cristo murió hace dos mil años.
Ahora
creció la sonrisa de la religiosa, y el sabio volvió a ver en sus ojos aquel
brillo que tanto le intrigaba.
- Se
equivoca -dijo la religiosa-; lo que pasó hace dos mil años fue que, venciendo
a la muerte, resucitó.
- ¿Y por
eso son felices?
- Sí. Nosotras
somos las testigos de su resurrección".
Me pregunto ahora,
después de leer esta preciosa narración, cuántos cristianos se dan cuenta de
que ése es su "oficio", que ésa es la tarea que les encomendaron el
día de su bautismo: ser testigos de la resurrección. Vivamos, con humildad y
sin complejos, el gozo Pascual, regalo del Resucitado.