DEL 12 AL 19 DE ABRIL DE 2015
CULTO EN L’ALCORA
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Domingo 12 – SEGUNDO DE PASCUA.
* 9h en San Francisco.
* 10h en las Carmelitas y La
Foia.
* A las 12h, Misa de Peregrinos.
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Lunes 13 – SAN VICENTE FERRER.
* A las 9’30h Romería a la
Ermita de San Vicente.
A la llegada Santa Misa en honor del Santo.
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NO HABRÁ MISA VESPERTINA -
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Sábado 18 - A las 18,30 h. misa en San Francisco.
- A las 19,30 h. misa en la Parroquia.
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Domingo 19 – TERCERO DE PASCUA.
*
A las 12h, Misa: Antiguos Alumnos de La Salle.
(Colectas
destinadas a las obras de la Casa
de Cáritas)
ADORACIÓN DEL SANTÍSIMO. Miércoles 15
de abril
De 11h a 12h
en San Francisco.
Desde las 17’30h
hasta la Misa,
en la Parroquia.
A las 19h,
rezo de vísperas.
- Itinerario FORMACIÓN de
ADULTOS –
Miércoles 15 - a las 17 h.
reunión del grupo 1
Jueves
16 - a las 21 h. reunión de los grupos
2 y 3
Domingo II de PASCUA: Juan
20 ,19-31
VIVIR DE SU PRESENCIA José A. Pagola
El relato de Juan no puede ser más sugerente e interpelador. Sólo cuando ven a Jesús resucitado en medio de
ellos, el grupo de discípulos se transforma. Recuperan la paz, desaparecen sus miedos, se
llenan de una alegría desconocida, notan el aliento de Jesús sobre ellos y
abren las puertas porque se sienten enviados a vivir la misma misión que él
había recibido del Padre.
La crisis actual de la Iglesia, sus miedos y su falta de vigor
espiritual tienen su origen a un nivel profundo. Con frecuencia, la idea de la resurrección
de Jesús y de su presencia en medio de nosotros es más una doctrina pensada y
predicada, que una experiencia vivida.
Cristo resucitado está en el centro de la Iglesia, pero su
presencia viva no está arraigada en nosotros, no está incorporada a la
sustancia de nuestras comunidades, no nutre de ordinario nuestros proyectos. Tras veinte siglos de cristianismo, Jesús no
es conocido ni comprendido en su originalidad. No es amado ni seguido como lo fue por sus
discípulos y discípulas.
Se nota enseguida cuando un grupo o una comunidad cristiana se
siente como habitada por esa presencia invisible,
pero real y activa de Cristo resucitado. No se contentan con seguir
rutinariamente las directrices que regulan la vida eclesial. Poseen una sensibilidad especial para
escuchar, buscar, recordar y aplicar el Evangelio de Jesús. Son los espacios más sanos y vivos de la
Iglesia.
Nada ni nadie nos puede aportar hoy la fuerza, la alegría y la
creatividad que necesitamos para enfrentarnos a una crisis sin precedentes,
como puede hacerlo la presencia viva de Cristo resucitado. Privados de su vigor espiritual, no
saldremos de nuestra pasividad casi innata, continuaremos con las puertas
cerradas al mundo moderno, seguiremos haciendo «lo mandado», sin alegría ni
convicción. ¿Dónde
encontraremos la fuerza que necesitamos para recrear y reformar la Iglesia?
Hemos de reaccionar. Necesitamos de Jesús más que nunca. Necesitamos vivir de su
presencia viva, recordar en toda
ocasión sus criterios y su Espíritu, repensar constantemente su vida,
dejarle ser el inspirador de nuestra acción. Él nos puede transmitir más luz y más
fuerza que nadie. Él está
en medio de nosotros
comunicándonos su paz, su
alegría y su Espíritu.