DEL 10 AL 17 DE MAYO DE 2015.
CULTO EN L’ALCORA
·
Domingo 10 – SEXTO
DE PASCUA.
* A las 12h., PRIMERAS COMUNIONES.
·
Jueves 14 – San Matías, apóstol.
·
Viernes 15 – San Isidro, labrador.
* A las 11 h en las Carmelitas, Misa de
la fiesta conmemorativa del Hogar
Madre Rosa Ojeda.
· Sábado
16 – A las 19,30 h.,
en la Parroquia,
aniversario de Pilar Bachero Albalat.
·
Domingo 17 – LA ASCENSIÓN DEL SEÑOR.
* A las 12 h., PRIMERAS COMUNIONES
-
Colectas para las Obras de la
Casa de Cáritas –
ADORACIÓN DEL SANTÍSIMO. Miércoles 13
de mayo
De 11h a 12h
en San Francisco.
Desde las 17’30h
hasta la Misa,
en la Parroquia.
A las 19h,
rezo de vísperas.
CONVOCATORIAS
COMUNIONES: Domingo
17
- Lunes
11: de 17,30 a 18,30 penitencial niños y padres.
a las
20h en la iglesia, reunión de padres.
- Miércoles
13 y jueves 14:
de 17,30 a 18,30 preparación niños.
- Viernes 15: a las 20
h en la iglesia, ensayo general.
Domingo VI de PASCUA: Juan
15 ,9-17
El evangelista Juan pone
en boca de Jesús un largo discurso de despedida en el que
se recogen con una intensidad especial algunos rasgos fundamentales que
han de recordar sus discípulos a lo largo de los tiempos, para ser fieles a su
persona y a su proyecto. También en nuestros
días.
«Permaneced en mi amor». Es lo primero. No se trata sólo de vivir en una religión,
sino de vivir en el amor con que nos ama Jesús, el amor que recibe del Padre. Ser cristiano no es en primer lugar un asunto
doctrinal, sino una cuestión de amor. A
lo largo de los siglos, los discípulos conocerán incertidumbres, conflictos y
dificultades de todo orden. Lo importante
será siempre no desviarse del amor.
Permanecer en el amor de
Jesús no es algo teórico ni vacío de contenido. Consiste en «guardar sus mandamientos», que él mismo resume
enseguida en el mandato del amor fraterno: «Éste es mi mandamiento; que os améis unos a otros como yo os he amado». El
cristiano encuentra en su religión muchos mandamientos. Su origen, su naturaleza y su importancia
son diversos y desiguales. Con el paso
del tiempo, las normas se multiplican. Sólo
del mandato del amor dice Jesús: «Este
mandato es el mío». En cualquier
época y situación, lo decisivo para el cristianismo es no salirse del amor fraterno.
Jesús no presenta este mandato del amor como
una ley que ha de regir nuestra vida haciéndola
más dura y pesada, sino como una fuente de alegría: «Os hablo de esto para que mi alegría esté en vosotros y vuestra alegría
llegue a plenitud». Cuando entre nosotros falta verdadero
amor, se crea un vacío que nada ni nadie
puede llenar de alegría.
Sin amor no es posible dar pasos hacia un cristianismo
más abierto, cordial, alegre, sencillo y amable donde podamos vivir como «amigos» de Jesús, según la expresión
evangélica. No sabremos cómo generar
alegría. Aún sin quererlo, seguiremos
cultivando un cristianismo triste, lleno de
quejas, resentimientos, lamentos y desazón.
A nuestro cristianismo le falta, con
frecuencia, la alegría de lo que se hace y se vive con amor. A nuestro seguimiento a Jesucristo le falta el entusiasmo de la innovación, y le sobra
la tristeza de lo que se repite sin la convicción de estar reproduciendo lo que
Jesús quería de nosotros.
No podemos llamar "amor" a cualquier cosa, donde hay
amor; al menos, donde hay un amor como el de Jesús, hay entrega generosa, hay
respeto, hay preocupación por el otro, fidelidad, perdón y ayuda.
José
Antonio Pagola