DEL 1 AL 8 DE OCTUBRE DE 2017
CULTO EN
ARAIA
Domingo 1 a las 12 h., Misa
CULTO EN L’ALCORA
·
Domingo 1 - XXVI DEL TIEMPO ORDINARIO.
- SE SUPRIME
LA MISA DE 9 EN SAN FRANCISCO
A las
10 h., en San Francisco, Misa del titular
de la Iglesia y seguidamente, procesión por las calles del Barrio.
A las 11 h., misa en las Carmelitas
Colectas por Caritas
Emergencias Méjico ~
·
Lunes 2 - Santos
Ángeles Custodios.
·
Martes 3 -
A las 19,30 h., en San Francisco, misa
de apertura del curso de Vida Ascendente.
·
Miércoles
4 - San Francisco de Asís.
· Jueves 5 - Témporas de
acción de gracias y petición.
·
Viernes 6 - A las 19,30
h., Apostolado de la Oración misa
por Vicenta Peris Gallén.
- A las 21,15 h., en la Capilla del Santísimo,
Vigilia
de la Adoración Nocturna.
· Sábado 7 - A las 18,30 h., misa en San Francisco.
- A
las 19,30 h., misa en la Parroquia.
·
Domingo 8 – XXVII DEL TIEMPO ORDINARIO.
* A las 13 h., BAUTIZOS.
ADORACIÓN DEL SANTÍSIMO.
Miércoles 4 - De 17,30 h., hasta la
Misa , en la
Parroquia.
A las 19 h., tendrá lugar el rezo de vísperas.
Jueves 5 - De 11 h., a 12 h., en San Francisco.
MISAS DE ANIVERSARIO
Quienes deseen celebrar el primer aniversario de sus familiares difuntos, en el próximo año 2018, pueden pasar durante el mes de octubre
por la Oficina
Parroquial.
CONVOCATORIAS
-
Martes 3 a las 21 h., reunión Lectores.
- Miércoles 4
a las 16,30 h, en la Capilla, Oración Mensual de las Camareras
de Jesús Sacramentado.
- Viernes 6 a las 20 h., en
los salones parroquiales, inicio de la catequesis para los jóvenes de Segundo año de Confirmación.
- El viernes 6 de octubre
finaliza la entrega de inscripciones para la catequesis de Pre-comunión.
DOMINGO
XXVI/ A del T.O.: Mateo
21, 28-32
Leyendo nosotros hoy la parábola, podemos caer en la peligrosa
ilusión de que los dos hijos sean personajes que no tienen nada que ver con nosotros.
Los cristianos serían el “tercer hijo”, aquel que responde
sí y hace la voluntad del Padre. Profesan una fe clara e inmune de errores
teológicos, se empeñan a observar los mandamientos y ensalzan al
Señor con cantos y oraciones.
Intentemos, sin embargo, preguntarnos qué incidencia
tienen en la vida de cada día (¡quiero que hoy vayas a trabajar en mi viña)
nuestras fórmulas, nuestras declaraciones, nuestras formales tomas de posición,
nuestros ritos. ¿Ponen fin a los odios, a las guerras, a los abusos? Aun cuando
continuemos profesando nuestra fe cristiana ¿nos resignamos fácilmente a una
vida de compromisos? ¿No nos adherimos frecuentemente a los criterios de este
mundo y al “sentido común” de los hombres? ¿No convivimos, quizás, con las
injusticias, las desigualdades, las discriminaciones?
El tercer hijo existe, pero no somos nosotros. Solamente
“el Hijo de Dios, Jesucristo –escribe Pablo– no fue “sí” y “no”; en Él solo fue
el “sí”.
La conclusión de la parábola (vv. 31b-32) contiene probablemente la afirmación más provocadora de
Jesús: “les aseguro que los recaudadores
de impuestos y las prostitutas están entrando antes que ustedes en el reino de
Dios”. El verbo está en presente; se trata, pues, de una constatación:
los pecadores públicos que no tienen ningún refugio religioso donde esconderse,
los que no pueden fingir porque su condición es conocida por todos, también conocida
por ellos mismos, aventajan a los que se tienen por justos. Éstos se sienten
seguros y protegidos por las prácticas religiosas que cumplen fielmente y no se
dan cuenta de lo lejos que están de la viña del Señor.
“Los publicanos y las prostitutas” que saben que
están alejados de Dios, no les pasa por la cabeza de estar haciendo la voluntad
de Dios, son conscientes de haber dicho “no”, no tratan de engañarse a sí
mismos, ni tranquilizan sus conciencias con prácticas que nada tienen que ver
con la verdadera religión. Saben que son pobres, débiles, pecadores necesitados
de ayuda…y esto les predispone para ser los primeros en recibir el don de Dios.
El otro hermano entrará en la viña cuando deje de considerarse justo, cuando
renuncie al orgullo de lo que él cree que son buenas obras, cuando abandone la
seguridad que le da el haber dicho siempre que sí de palabra y se alegre al
sentirse salvado por el amor gratuito del Padre.
P. Fernando Armellini