DEL 29 DE JULIO AL 5 DE
AGOSTO DE 2018.
· Domingo
29 - XVII del Tiempo Ordinario.
* A las 9 h., en San Francisco, misa del Barrio de San
Jaime.
· Martes
31 - San Ignacio de Loyola.
· Miércoles
1 - San Alfonso María de
Ligorio.
· Viernes
3 - PRIMER VIERNES DE MES
- A las 19,30 h., Apostolado de la Oración, misa por María Domenech Guillamón.
-
A las 21,30 h., en la Capilla del Santísimo, Vigilia de la Adoración Nocturna.
·
Sábado 4 - San Juan María Vianney, presbítero.
A las 18,30 h., misa en san
Francisco.
A
las 19,30 h., en la Parroquia aniversario de Mariano Hortal Invernón.
· Domingo
5 - XVIII del Tiempo Ordinario.
*
Colectas destinadas para CÁRITAS.
HORARIO DEL
CALVARIO
El recinto está
abierto de las 9,30 h., hasta las 20 h.
y la capilla
del Cristo desde las 12 h., hasta
las 20 h. Domingos:
Abierto de 9,30 h., a 20 h., recinto y capilla.
PORTADORES DEL CRISTO
Se
requieren voluntarios para portar el Cristo en la procesión de bajada del Calvario,
el día del Cristo. Se necesitan 6 personas, alternando llevar el Cristo y
las cintas; y 4 más para los
faroles que acompañan al Cristo, durante toda la procesión.
Los interesados pueden pasar por la oficina
parroquial.
DOMINGO
XVII / B del T.O.: Juan 6, 1-15
Conmovido un día Jesús por la situación de tanta gente sin comer, plantea
el problema a los discípulos. Felipe hace números: aunque tuvieran 200 denarios
no se podría dar de comer a tantos (un denario serían, unos 154 € actuales, es
decir, más de 30.000 €)
¿Una exageración? El contraste lo pone Andrés: hay un chaval
que tiene sólo cinco panes y dos peces… ¿A dónde va ese chaval con esa miseria…? Pero, es precisamente,
esa miseria, la que asume Jesús y la transforma
en vida abundante, hasta saciarse…
La generosidad del chaval, en su pobreza, se
convierte en abundancia. Es el milagro de los pobres que comparten
lo que tienen. Jesús nos anima, así, a
aprender a ser generosos.
COMPARTIR
En una ocasión, por la tarde, un hombre vino a
nuestra casa para contarnos el caso de una familia hindú de ocho hijos. No
habían comido desde hacía ya varios días. Nos pedía que hiciéramos algo por
ellos. De modo que tomé algo de arroz y me fui a verlos.
Vi cómo brillaban los ojos de los niños a causa del hambre. La madre
tomó el arroz de mis manos lo dividió en dos
partes y salió. Cuando regresó le pregunté qué había hecho con una de las
raciones de arroz.
Me respondió: - «Ellos también tienen hambre».
Sabía que los vecinos de la puerta
de al lado, musulmanes, tenían hambre. Quedé más sorprendida de su preocupación por
los demás que por la acción en sí misma. En general, cuando sufrimos y cuando nos encontramos en una grave necesidad, no pensamos en los demás.
Por el contrario,
esta mujer
maravillosa, débil, pues no había comido desde
hacía varios días, había tenido el valor de
amar y de dar a los demás; tenía el valor de compartir.
Frecuentemente me preguntan cuándo terminará
el hambre en el mundo. Yo respondo:
- «Cuando aprendamos a compartir.
Cuanto más tenemos, menos damos.
Cuando menos tenemos, más
podemos dar».
Madre Teresa de Calcuta