DEL 6 AL 12
DE AGOSTO DE 2018
CULTO EN L’ALCORA
·
Domingo 5 – XVIII del Tiempo Ordinario.
* Colectas destinadas para CÁRITAS.
·
Lunes 6 - La TRANSFIGURACIÓN del SEÑOR
* Colectas destinadas
para CÁRITAS.
- A
las 19 h., Misa en la ermita del Salvador.
· Martes 7- A las 19,30
aniversario Maria Bargallo Palleja
·
Miércoles 8 – Santo Domingo de Guzmán.
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Jueves
9 – Santa Teresa Benedicta de la
Cruz.
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Viernes
10 – San Lorenzo.
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Sábado 11 – Santa Clara de Asís
- A las 18,30 h., misa en san
Francisco
-
A las 19,30 h., en la Parroquia aniversario de Natividad Moliner Gascó.
·
Domingo 12 – XIX DEL TIEMPO ORDINARIO.
* A las
12,30 h., BAUTIZOS.
HORARIO DEL
CALVARIO
El recinto está abierto de las 9,30
h., hasta las 20 h.
y la capilla del
Cristo desde las 12 h., hasta
las 20 h. Domingos:
Abierto de 9,30 h., a 20 h., recinto y capilla.
PORTADORES DEL CRISTO
Se requieren voluntarios para portar el
Cristo en la
procesión de bajada del Calvario, el día del Cristo. Seis personas que alternarán el llevar
el Cristo y las cintas. Y cuatro
más para los faroles que acompañan
al Cristo, durante toda la procesión.
Los
interesados pueden pasar por la oficina parroquial
DOMINGO XIX/ B del T.O.: Juan
6, 41-51
Yo soy el pan bajado del cielo.
El evangelista Juan repite una y otra vez expresiones
e imágenes de gran fuerza para grabar
bien en las comunidades cristianas que han de acercarse a Jesús para
descubrir en él una fuente de vida nueva. Un principio vital que no es comparable
con nada que hayan podido conocer con anterioridad.
Jesús
es «pan bajado del cielo ». No ha de ser confundido con cualquier
fuente de vida. En Jesucristo podemos alimentarnos de una fuerza, una luz, una
esperanza, un aliento vital... que vienen del misterio mismo de Dios, el
Creador de la vida. Jesús es «el pan de la vida ».
Por
eso, precisamente, no es posible encontrarse con él de cualquier manera. Hemos
de ir a lo más hondo de nosotros mismos, abrirnos a Dios y «escuchar lo que
nos dice el Padre ». Nadie puede sentir verdadera atracción por Jesús, «si
no lo atrae el Padre que lo ha enviado».
Lo más
atractivo de Jesús es su capacidad de dar vida. El que cree en Jesucristo y
sabe entrar en contacto con él, conoce una vida diferente, de calidad nueva,
una vida que, de alguna manera, pertenece ya al mundo de Dios. Juan se atreve a
decir que «el que coma de este pan, vivirá para siempre».
Si, en
nuestras comunidades cristianas, no nos alimentamos del contacto con Jesús,
seguiremos ignorando lo más esencial y decisivo del cristianismo. Por eso, nada
hay pastoralmente más urgente que cuidar bien nuestra relación con Jesús el
Cristo.
Si, en
la Iglesia, no nos sentimos atraídos por ese Dios encarnado en un hombre tan
humano, cercano y cordial, nadie nos sacará del estado de mediocridad en que
vivimos sumidos de ordinario. Nadie nos estimulará para ir más lejos que lo establecido
por nuestras instituciones. Nadie nos alentará para ir más adelante que lo que
nos marca nuestras tradiciones.
Si
Jesús no nos alimenta con su Espíritu de creatividad, seguiremos atrapados en
el pasado, viviendo nuestra religión desde formas, concepciones y sensibilidades
nacidas y desarrolladas en otras épocas y para otros tiempos que no son los nuestros.
Pero, entonces, Jesús no podrá contar con nuestra cooperación para engendrar y
alimentar la fe en el corazón de los hombres y mujeres de hoy.