DEL 23 AL 30
DE SEPTIEMBRE DE 2018
CULTO EN L’ALCORA
Domingo 23 -
XXV del Tiempo Ordinario.
Jueves
27 - San Vicente de Paúl.
Sábado 29 - Stos.
Arcángeles Miguel, Gabriel y Rafael.
A las
20,30 h., en La Foia ,
procesión.
A las
18,30 h., misa en San Francisco.
A las
19,30 h., misa en la Parroquia
Domingo
30 – XXVI del Tiempo Ordinario.
En La FOIA fiesta de San
RAMÓN Nonato.
* A las 11
h., misa y procesión.
CONVOCATORIA
- Martes
25 - a las 21,30
h., en los salones parroquiales reunión
del Consejo de Pastoral Parroquial.
VIAJES: a
GANDÍA y a
VALENCIA.
La parroquia organiza un viaje a Gandía el 9 de octubre. Precio 47
€
El trece de octubre viajaremos a Valencia, con motivo del VI centenario
de la muerte de San Vicente Ferrer.
Visitaremos la casa natalicia de San Vicente, la Iglesia
de San
Nicolás y el camarín de la V. de los Desamparados.
Precio 4o €
Información e inscripciones en la oficia parroquial.
DOMINGO XXV/ B del T.O.: Marcos 9, 30-37
El
contraste entre el pensamiento de Jesús y el de sus discípulos es radical. Mientras Jesús pone su
mirada en Jerusalén y la dolorosa travesía de la «pascua» sufriente, ellos se
empeñan en discutir sobre quién es y será más importante en el Reino. Jesús asume su discusión: «está bien, voy a deciros
quién es el más importante…»
El
más importante es el menos importante, el que se pone a los pies, no a los pies de cualquiera sino
a los pies de los últimos de la fila: el «niño»… El «niño»,
para Jesús, no es el «niño» que nosotros pensamos: sencillo,
alegre, espontáneo, sin malicia, que
despierta cariño y ternura. No. El «niño» es lo último de la escala social.
Se trata de acoger a los últimos,
a los «nadies», como los llama Eduardo Galeano: los que «no son, aunque sean. Que no hablan idiomas, sino dialectos. Que no
hacen arte, sino artesanía. Que no practican
cultura, sino folklore. Que no son seres
humanos, sino recursos humanos. Que no
tienen cara, sino brazos. Que no tienen
nombre, sino número. Que no figuran en
la historia universal, sino en la crónica roja de la prensa local.»
Acoger a los
últimos de la escala social de nuestro
s. XXI es acoger a Dios.
“Solo quiero que los que no tienen
voz la tengan. Ellos solos no cambiarán la historia, pero
mirándolos
a ellos cambia todo” Gustavo Gutiérrez
«A veces sentimos la tentación de ser cristianos
manteniendo una prudente distancia de las llagas del Señor. Pero Jesús quiere que toquemos
la miseria humana, que toquemos la carne sufriente de los demás. Espera
que renunciemos a buscar esos cobertizos personales o comunitarios que nos permiten
mantenernos a distancia del nudo de la tormenta humana, para que aceptemos de
verdad entrar en contacto con la existencia
concreta de los otros y conozcamos la fuerza de la ternura. Cuando lo hacemos, la vida siempre se nos complica
maravillosamente y vivimos la intensa experiencia de ser pueblo, la experiencia
de pertenecer a un pueblo.» (Evangelii Gaudium, 270)