DEL
5 AL 12 DE MARZO DE 2017
CULTO EN L’ALCORA
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Domingo 5 – PRIMERO DE CUARESMA.
Colectas destinadas a
CÁRITAS.-
Se suprime la misa de 9 en San Francisco.
* 11,30 h., en la parroquia Misa Solemne de la Visita Pastoral presidida por el Sr. Obispo.
*
Seguidamente Asamblea Parroquial.
* 17 h., Responso en el Cementerio Viejo.
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Viernes 10 – Abstinencia.
* A las
15,30 h., Vía Crucis y misa en el Calvario.
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Sábado 11 - A las 18 h., en San Francisco, aniversario
de Dolores
Ginés Villalonga.
- A las 19 h., en la Parroquia , aniversario de Carmen Gellida García.
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Domingo 12 – SEGUNDO DE CUARESMA.
ADORACIÓN
DEL SANTÍSIMO
Miércoles 8
- De 17 h., hasta la Misa, en la Parroquia.
A las 18 h., tendremos el rezo de vísperas.
Jueves 9 - De 11 h., a 12 h., en San Francisco.
CONVOCATORIAS
- Lunes 6 - a las16 h., reunión de
Vida Ascendente.
- Martes 7 – a las
21 h., reunión de Lectores.
- Miércoles
8 - a las 16 h., en la
Capilla del Santísimo, oración mensual, Camareras de Jesús Sacramentado.
Domingo I de CUARESMA: Mateo 4, 1-11
«Jesús tolera ser tentado para que en
Él aprendamos todos a triunfar» San
Ambrosio
La primera etapa, Primer Domingo de Cuaresma
(Mt 4,1-11), somos llevados también nosotros por el Espíritu al desierto. Al
lugar donde Jesús tiene que decidir qué tipo de Mesías espera el Padre de Él.
S. Mateo se encarga de subrayar con fuerza que vivir desde el poder, desde el
reconocimiento o desde el milagro fácil para evitar la dificultad es una auténtica
tentación. Allí, el Maestro tendrá que armarse con la Palabra de Dios para proclamar
las certezas que sostendrán su misión.
«No sólo de pan vive el hombre, sino
de toda palabra que sale de la boca de Dios». Vivir alimentados de su Palabra. Aprender de ella a saberse
acompañado por Dios, aunque las circunstancias sean adversas. Compartir el destino
del Pueblo de Israel. O, lo que es lo mismo, aprender a atravesar las dificultades
del desierto y de la vida desde la fidelidad. Con la conciencia cierta de que
Dios no abandona en el camino, aunque éste se haga difícil. Vivir alimentados
de la Palabra de Dios supondrá para Jesús colocar el centro de gravedad de su
vida en la voluntad del Padre. Cualquier otra actitud supondría desenfocar la
identidad más profunda del creyente.
En el camino, también el Maestro
experimentará la tentación de convertir su vida, su reconocimiento o su
prestigio en un objetivo. Pero eso sería, en realidad tentar al Señor su Dios.
Negarse a aceptar los planes de debilidad, entrega y vaciamiento que el Padre
eligió para él. Tras el «no tentarás al Señor, tu Dios»,
Jesús afirma, en la lucha interna de la tentación, que sólo el Padre es digno
de reconocimiento y que cualquier opción que se tome que no evidencie esto con
claridad sería abandonar la senda del Evangelio.
Por eso, en las tentaciones del
desierto podríamos decir que se inaugura un nuevo tipo de culto. «Al
Señor, tu Dios, adorarás y a él sólo darás culto», no significa
simplemente no postrarse ante otros dioses. Lleva consigo la auténtica renuncia
a convertirse a sí mismo en Dios y Señor de nuestros proyectos, de nuestras
esperanzas, de nuestras aspiraciones. Supone
convertir la obediencia en el auténtico culto agradable a Dios.